Sorribes y Bucsa, cerca de la medalla: ‘¡Sí se puede!’
Las españolas ganan a las gemelas ucranianas Kichenok y están en semifinales, por lo que jugarán por estar en el podio contra las rusas Andreeva y Shnaider.
‘¡Sí se puede, sí se puede!’, coreaban en la coqueta Simonne Mathieu un grupo de aficionados españoles. Y pudieron. Sara Sorribes y Cristina Bucsa se sobrepusieron a la pérdida del segundo set y a un 7-3 en el súper desempate que sirve para decidir los partidos en dobles para meterse en semifinales y jugar por medalla al derrotar a las hermanas Lyudmyla y Nadiia Kichenok por 6-3, 2-6 y 12-10.
Un pelotazo para dos tenistas modestas, que jugarán contra las rusas Mirra Andreeva y Diana Shnaider por abrochar el mayor logro de su carrera. Los partidos por el oro y el bronce serán ambos el domingo.
Qué mejor para la coordinación en un dobles que juntar a unas gemelas. Y eso era el dúo ucraniano. Dos tenistas bastante fajadas en la especialidad, de 32 años y de la castigada Dnipro, por lo que jugaban además con la intención de brindar una medalla a su castigado país. Aun así, el primer parcial fue para las españolas en un carrusel loco de cuatro pérdidas de servicio para las Kichenok y dos para las españolas.
En el segundo, las ucranianas cargaron sobre todo sobre Bucsa (60ª en individuales y de 26 años), mientras la temperamental Sorribes (71ª y 27) seguía tirando para no irse del partido. Llegaron al super tie-break con una mala dinámica, las ucranianas se colocaron 7-3 y parecía esfumarse el sueño, pero las españolas sacaron toda su furia para desarbolarlas. Tuvo que ser en una cuarta bola de partido, angustiosa, cuando por fin pudieron abrazarse emocionadas.
Sorribes y Bucsa, campeonas este año en el Madrid Open un poco por accidente pues no son pareja en el circuito, vivieron después su momento de gloria y no pararon de hacerse fotos con los aficionados. Por unos días, ellas también están en el foco. Esto son los Juegos.