Reyes Pla, misma historia: “Los árbitros estaban ciegos”

Se repitió la historia. El final fue mucho más dulce, porque Enmanuel Reyes Pla (-92 kg) ya tenía el bronce asegurado, pero este domingo, en las semifinales de los Juegos, el boxeador español se fue del Nord Arena de París con una sensación similar a la de Tokio, cuando entendió que le habían robado las medallas. “Los jueces me lo han quitado”, dijo El Profeta entones. Esta vez, pese a estar “muy contento y orgulloso por darle una medalla a España”, cuando el árbitro levantó por decisión dividida la mano de su rival, el azerbayano Loren Alfonso, Pla se marchó del ring con una sonrisa irónica, expresando lo que ya habían gritado desde su esquina durante el combate.

“Si no está haciendo nada, ¡coño!”, se escuchó que salía desde el equipo español durante el pleito. “Con esto no vale, hay que sacarle del ring”, le decía el seleccionador nacional, Rafa Lozano, doble medallista olímpico, a Reyes Pla después del segundo asalto, muy parecido al primero. El boxeador español y Loren Alfonso se conocían muy bien. Los dos compartían origen cubano y, en muchos puntos, sus historias se entrelazaban. Además, venían de pelear muy recientemente, en el Preolímpico de Busto Arsizio (Italia), en marzo, con victoria para El Profeta. Cuando salieron al ring, tras unos primeros segundos de desconfianza y de guardar las distancias, el español fue quien pasó a la acción.

Después de conectar un par de rectos a la cara de Alfonso, Reyes se envalentonó. Es un terremoto sobre el ring, también su personalidad, y fue quien llevó la iniciativa a lo largo de dos asaltos muy tácticos, pero en los que buscó más al rival. “Eran suyos...”, lamentaba Lozano mientras su pupilo, a la desesperada, cargaba fuerzas para buscar la heroica en un último round imposible. Sólo un juez dio ganador al Profeta (4-1), que abandonó el ring indignado, como el resto del equipo nacional: “El boxeo está cayendo por esto, por los árbitros. Es una medalla, quería cambiar el color, pero no me dejaron. Lo di todo encima del ring y me vi mejor, pero los árbitros son los que deciden siempre”, fueron sus primeras impresiones, muy en caliente.

Como Lozano Jr. y José Quiles

Lo cierto es que las diferencias fueron muy notables. El choque de estilos, con un Loren Alfonso mucho más defensivo, habituado a salir a la contra, ya se conocía desde la previa. En París, sin embargo, todo el peso del combate recayó sobre los guantes de El Profeta. “Hice más, di más golpes efectivos. Sabía que su boxeo era ese, ya le había ganado en Italia, pero aquí los árbitros los vieron de forma distinta. Pensaba estar en la final, pero depende de terceras personas, no de mí. Me siento ganador del combate y agradecido con Dios por representar a España”, analizó minutos después, ya más calmado, pero igual de contrariado, con los medios presentes en el Arena Nord de París.

Su incomprensión se sumó a la que habían vivido Rafa Lozano Jr, que el viernes se marchó entre lágrimas y sin medalla, y José Quiles, que este domingo también se quedó sin presea y con la sensación de haber merecido más. “Ahora, parece que lo que se busca es el boxeo de levantar la mano sin dar golpes (en los cuartos de final de Lozano Jr., contra Junior Alcántara, se vivió una situación similar). Salí a buscarlo, pero los árbitros no lo vieron. Sus golpes fueron fantasmas. Yo le di muchos, pero los árbitros estaban ciegos. Me llevo muy bien con él (Loren Alfonso), ganó y estoy feliz por él, pero sabe que los árbitros no lo vieron como había que verlo”, remarcó el Profeta. Este miércoles (22:18), Ayoub Ghadfa, que debe determinar el color de su medalla, intentará vengar al que considera “el mejor boxeador en activo”.