Medallas a la vista: Aleix García y Rodrigo Conde, a la final

Quién sabe si, el próximo jueves (a las 11:30), después de 40 años, el remo español conseguirá su segunda medalla olímpica. Este martes, en los Juegos de París, Aleix García y Rodrigo Conde se ganaron el derecho a soñar. El doble scull nacional, la embarcación con mejores resultados a lo largo del ciclo, terminó segunda en sus semifinales y, con ello, se reservó un puesto en la regata por los metales. A las aguas de Vaires-sur-Marne, la dupla española llegaba con el tercer mejor tiempo de estos días, síntoma de su excelente estado de forma. Con el calor parisino y el nivel de sus rivales en aumento, tampoco falló. Después de cuatro décadas, las medallas vuelven a estar a la vista.

No será sencillo, pero hay muchos motivos para creer. En primer lugar, están los resultados de estos últimos años, en los que Rodrigo y Aleix han sido subcampeones del mundo (2022) y se han colgado dos platas europeas (2022 y este año). Antes de volar a tierras francesas, además, lograron un bronce en la Copa del Mundo de Lucerna, un test con prácticamente todos los candidatos olímpicos presentes. Una vez en París, los resultados han ido ratificando el trabajo previo. Como en semifinales, en las que los componentes del doble scull nacional, pese a terminar exhaustos y “ver la luz blanca”, tal y como dijo Conde, cerraron su pase con solvencia.

“Estamos metidos en la final con uno de los mejores tiempos, aunque todas las embarcaciones estamos literalmente en el mismo segundo. Ahora toca recuperar lo máximo posible para estar en las mejores condiciones el jueves”, celebraron Rodrigo y Aleix, que recorrieron los 2.000 metros de Vaires-Torcy en 06:14.91 minutos, sólo por detrás de Países Bajos, los favoritos al oro (06:13.60), y se dejaron caer de espaldas al barco nada más finalizar su esfuerzo. Nunca tontearon con el corte, marcado por Serbia (06:17.35). Había tres huecos para la final (la disputan sólo seis botes, otro motivo para soñar) y uno ya es suyo.

Manita en semifinales

Este miércoles, desde las 10:34, disputarán sus semifinales el resto de barcos que ya tenían asegurada su presencia en la penúltima ronda (el dos sin timonel de Javier García y Jaime Canalejo, el doble scull ligero de Dennis Carracedo y Caetano Horta y el dos sin de Aina Cid y Esther Briz). Este martes, se unió a ellos la única loba solitaria, Virginia Díaz, que dejó una regata para el recuerdo. Por el resultado, que le permite avanzar, y por las imágenes, las de una remera incansable que, como Conde y García, se lo dejó todo para completar la manita. El remo español llegaba a París con récord de embarcaciones y, de momento, no ha fallado ninguna de las cinco. A sus 32 años y en sus segundos Juegos, Díaz terminó tercera (07:34.01), por detrás de Nueva Zelanda (07:26.89) y Suiza (07:31.12), y sin aliento. Hasta tuvo que retrasar su paso por zona mixta, pero valió la pena.