Polémica en Tokio: "Nos pasa por ser un país pequeño; si es una potencia se para todo"

El sueño olímpico de Esteban Bustos en Tokio terminó en pesadilla. En los días previos, había pensado en todas las posibilidades que pueden existir en una competencia tan dura como el pentatlón moderno, sin embargo, en ningún momento se pudo anticipar lo que hoy ocurrió.

El chileno afrontaba el salto ecuestre de equitación confiado, y con ganas de demostrar su nivel. "Iba bien, es una de mis pruebas fuertes". Sin embargo, se le rompió la rienda en un segundo. Fue eliminado, sin derecho a nada. Según los jueces, no puedes apelar si se te rompe el material del caballo. No se había visto algo similar en unos Juegos Olímpicos.

"Desde el comienzo nos pasaron cosas extrañas: el mandil del caballo venía con la bandera de china. No se aseguraron los estribos y la silla estaba suelta. Sobre las riendas, es imposible saber a priori si una rienda se va a cortar, y pasa una vez en un millón", lamentó Bustos.

Hicimos un reclamo formal, primero por la mala implementación, pero nos dijeron que es responsabilidad del jinete. Pero luego reclamamos porque nos eliminaron sin cumplir ninguno de los tres requisitos que están establecidos: rehusar cuatro veces, caerse dos veces o demorarse más del doble del tiempo establecido", profundiza.

"Es un golpe duro, no lo asimilo, admitía Bustos que siguió en el pentatlón por inercia. Su cabeza seguía en la pista. "Acá cuando no eres potencia de país, se cometen injusticias como ésta. Afecta mi futuro, porque cuesta reponerse. Afecta a un país porque hay muchos niños detrás. ¿Dónde está el valor olímpico? Te dan ganas de..., terminé y creo que fue lo mejor, porque no me queda otra".

En su visión, la injusticia es tremenda. Sus compañeros en el pentatlón también se lo hicieron saber. "Ha pasado en competencia, y pararon la competencia, le pusieron la rienda y siguieron. En una competencia de esta envergadura uno no piensa que pasen estas cosas, afirmó sobre un golpe del que le costará recuperarse.