NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

JUEGOS OLÍMPICOS | WATERPOLO

"No dormiremos y esto duele, pero una medalla es la hostia"

La Selección masculina de waterpolo lamenta la oportunidad perdida ante Serbia al caer en la "trampa" del último cuarto pero pone en valor pelear por el bronce.

David Martín.
GONZALO FUENTES

Los jugadores españoles salieron de la piscina apesadumbrados. Algunos golpearon lo primero que encontraron, otros, como Roger Tahull, desfilaron con lágrimas en los ojos. Los más veteranos tragaron arena y salieron a zona mixta a explicar el sentir de la mejor Selección en Tokio, aquella que había arrasado hasta este viernes, o mejor dicho hasta el último cuarto del partido de este viernes. Una semifinal que se llevó Serbia.

“Se creó un ambiente de exclusiones, y en eso Serbia es la mejor. Fue una trampa”, señaló Felipe Perrone. También el meta López Pinedo señaló lo mismo: “Ellos llevaron el último cuarto al aspecto físico. Los árbitros se lo permitieron, iban por encima del reglamento. Ellos han subido el nivel. Tienen lanzadores potentes. Mandic llevaba dos expulsiones pero no pudimos sacarle la tercera”, recalcó Pinedo. Del 5-7 se pasó al 10-9 con un parcial de 5-2 para el conjunto balcánico.

El seleccionador, David Martín, hizo un análisis de la derrota y del futuro, ese bronce que se vislumbra el domingo ante Hungría (6:30). “Estamos muy fastidiados, nos duele, pero mañana volveremos a ver el partido y pelearemos por el bronce. Físicamente hicimos un esfuerzo terrible. No supimos pelear bien en el último cuarto. Era la mejor Serbia de los últimos años. Hay que levantarse. Hubiera preferido un arbitraje que dejaran jugar más. Nada que objetar”, argumentó.

Todos los jugadores destacaron que el grupo está “dolido” porque vieron “muy cerca” la final, pero que ante sí estaba “el equipo mejor del torneo”. Serbia, que no había ganado un título desde Río 2016 al margen del Europeo de Barcelona, se cuela en otra final olímpica. España, a la que “nos va costar dormir”, tiene claro que subir a un podio 25 años después de no es una consolación. “La medalla ya es la hostia”, dijo Martín.