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JUEGOS OLÍMPICOS | WATERPOLO

El apartamento 601

La Selección masculina de waterpolo se junta las tardes de descanso a ver deporte en la villa. Cada jugador tiene una misión, como en el agua. Hoy, semifinales ante Serbia (12:50).

Actualizado a
La Selección masculina.
GONZALO FUENTES

No es el apartamento que tanto popularizó Billy Wilder y el generoso (en la gran pantalla) Jack Lemmon. Ni mucho menos. Estos son unos Juegos Olímpicos y la Selección masculina de waterpolo está para otros menesteres, tan concentrada en la competición que lo único que hace durante todo el día es pensar en el balón amarillo y en Tokio. Se entrenan, compiten, pasean, analizan en vídeo a sus rivales, como Serbia, ya en la semifinal (12:50), y su agrupan en el apartamento 601.

Allí conviven ocho de los 13 waterpolistas. Los otros cinco comparten el contiguo con los fisioterapuetas y otros miembros del cuerpo técnico. Cuando cae la tarde, todos acuden a la 601 a ver deporte. “Hemos vibrado con el atletismo: la pértiga, el récord del triple salto... Lo vemos todo”, apuntan. Hay dos encicliopedias del deporte, que son Blai Mallarach y Dani López Pinedo, a quienes sus compañeros les llaman la “Olimpedia”.

El ambiente en el grupo es sano y familiar. De los 13 jugadores, 11 de ellos juegan en Atlètic-Barceloneta y llevan juntos más de un lustro. Algunos fueron compañeros del seleccionador, David Martín, y se han encargado de inocular en los recién llegados los valores de un equipo que dignifica y vuelve a popularizar el waterpolo español. Los novatos son Bernat Sanahuja, del CN Sabadell, y Una Aguirre, el portero de 19 años que el curso próximo se unirá también al Barceloneta. Dos auténticos cañones sobre la piscina de Tatsumi.

España, en semifinales.
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España, en semifinales.GONZALO FUENTES

Del camarero López-Pinedo al detector de 'biscottos'

El apartamento 601 es como la piscina. Cada jugador tiene un rol. Alberto Munarriz es uno de los líderes: gran defensor y dotado de un extraordinario lanzamiento. Un navarro con pinta de serbio que se encarga del aire acondicionado. Blai Mallarach es la zurda de oro, un jugador incombustible en la piscina que marcó un gol clave (7-9) ante Estados Unidos y se responsabiliza del mando de la televisión. Con la seguridad bajo palos, Dani López Pinedo se preocupa de que a nadie le falte café, mientras Fran Fernández pone orden, como siempre, para que el reciclaje de la basura sea el adecuado.

Todo acontece con un “buen rollo” y “risas”, como las que aplica Miguel de Toro, de Sevilla, el que detecta rápidamente “una huelga de brazos caídos” en los partidos, algo habitual en las fases de grupos donde hay equipos que prefieren un lado del cuadro a otro.

Después de tantos años de waterpolo, de construir una Selección que ha dado un paso más adelante con las platas de 2018, 2019 y 2020 en Europeos y Mundiales, ahora España se juega volver a una final olímpica. Hace 25 años del único oro en Atlanta. Buen momento para volver a poner el waterpolo en la cima del mundo, como se sienten 13 gigantes cada tarde en el apartamento 601.