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JUEGOS OLÍMPICOS | KÁRATE

El ingeniero aeronáutico que apostó todo al kárate

Damián Quintero (Buenos Aires, 36 años) llegó a Torremolinos con cinco. En 2015 dejó su trabajo en una multinacional para dedicarse al sueño olímpico.

Tokio
Damián Quintero celebra su plata olímpica en Tokio.
Jesús RubioDiario AS

Damián Hugo Quintero (Buenos Aires, 37 años) podía haber visto los Juegos de Tokio por el rabillo del ojo desde el despacho de una multinacional. Y sin embargo ha sido protagonista. Ingeniero aeronáutico, en 2015 decidió pedirse una excedencia en la empresa en la que trabajaba, con proyectos para Airbus, para apostarlo todo a la carta del kárate. Para vivir en un pequeño apartamento en la Residencia Blume de Madrid en vez de disfrutar de la libertad de un piso. De entonces, recuerda entrar a la oficina a las siete de la mañana, salir a las tres, ir corriendo al Centro de Alto Rendimiento, comer ya solo porque le reservaban una bandeja y tirarse toda la tarde entrenando. Vivir "reventado".

Cuando Quintero escaló al número uno del ranking mundial y, ante la perspectiva de que el kárate fuese olímpico, decidió dedicarse a tiempo completo al kata. También dejó la modalidad de equipos, en la que fue campeón del mundo en 2014, para centrarse en la individual. "Damián es cuadriculado", dice de él Jesús del Moral, el seleccionador, que tiene en el "espíritu libre" de Sandra Sánchez a dos caracteres muy diferentes en el grupo.

La plata de Quintero en Tokio podía haber sido, sin embargo, de Australia... Y es que allí estuvo a punto de recalar con sus padres, que tenían ya la documentación para salir de Buenos Aires y establecerse allí huyendo de la crisis... Un anuncio en un periódico español reclamando dentistas acabó llevándolos a Torremolinos. Al lado de la playa de la Carihuela, se crio Damián desde los cinco añitos y muy pronto también, a los siete, entró ya en un dojo para comenzar en el kárate. Casado en 2019, siguió concentrado en la Blume y los últimos años ha vivido "con la maleta siempre preparada" viajando por todo el mundo para competir y mantenerse en la cima del ranking. Su apuesta ha tenido premio. Subcampeón olímpico.