Anthony Zambrano y la historia de un triunfador
El colombiano comenzó en los intercolegiados de Barranquilla, pasó por el programa Supérate y tras pasar por el proceso olímpico, hoy es medallista en Tokio.
Sin duda la carrera de Anthony Zambrano ha sido tan rápida y sorprendente como los remates que hace en cada competencia. Pero lo que asombra no es su talento, que se mantiene intacto desde que comenzó a correr en su colegio, sino la precocidad con la que lo ha hecho. Evolución, ascenso, disciplina, esfuerzo, entrega, esto y más, han sido las claves para que hoy, el atleta guajiro sea medallista olímpico.
Anthony nació en Maicao hace 23 años. Vivió momentos que casi todas las personas que están alejadas de las grandes ciudades deben sufrir, la pérdida de un ser querido, desplazamiento, trabajo desde niño, estar alejado de su mamá. Cosas que hoy son parte del pasado y que hacen más grande el tiempo presente. El mérito del que no dio nada por perdido y luchó por lo que más quería.
Que en el caso de Zambrano no solo es el atletismo sino también su mamá, Miladys Zambrano, quien, sola, levantó a su hijo en medio en la adversidad. De la Guajira viajaron a Barranquilla y en esa ciudad, se forjó el medallista. "Fui a los Juegos Supérate y vi el ajedrez y el fútbol y no, me decidí por el atletismo. Corrí descalzo, le gané a los chamacos que llevaban más tiempo corriendo y luego me cogió el señor Valentín Gamboa".
Comenzó a correr y no paró. Llegó a la Selección Colombia y su actual entrenador es Nelson Gutiérrez, un ecuatoriano que ha sacado lo mejor de Anthony y que ha sabido manejar su personalidad. El remate de la historia es tan bueno como los del atleta en sus competencias.
Ascenso en sus marcas personales
Los números de Zambrano han mejorado desde que comenzó a competir fuera de Colombia. En los Centroamericanos de Barranquilla en el 2018 hizo un registro de 45.37, un año después, en los Panamericanos de Lima fue medalla de oro y cruzó la meta con 44.83.
Ese mismo año, en el Mundial de Atletismo de Doha fue medalla de plata, en un resultado histórico para Colombia y marcó un 44.55 en la semifinal y en la final terminó con un 44.15. Esa era su mejor marca, hasta que llegó Tokio 2020.
En su última carrera antes de Tokio en la parada de Florencia en la Liga de Diamante, hizo un registro de 44.76. Ya en la semifinal de los Juegos Olímpicos, terminó segundo con un tiempo de 43.93, con este bajo el récord nacional y el récord sudamericano. En la final, hizo un tiempo de 44.08.
Su entrega por la medalla olímpica
Desde que terminaron los Juegos Panamericanos Lima 2019 y Zambrano consiguió la clasificación a Tokio 2020, su mirada estuvo puesta en dos objetivos, las medallas del Mundial y de las justas. El colombiano trabajó para esto con su entrenador y sus compañeros de prácticas y diversión, Alejandro Perlaza, Diego Palomeque y Jhon Solís.
Pero en medio del baile, las bromas y los videos que comparten en las redes sociales, los amigos no perdieron tiempo. Incluso ante la llegada de la pandemia, su entrenador supo distribuir cargas, manejar la parte mental, cambiar la forma de preparación sin influir en el rendimiento y sacó adelante el mayor obstáculo que tuvieron los deportistas del mundo entero.
Su regreso a las pistas y la participación histórica en los Olímpicos, en la que se convirtió en el tercer atleta en conseguir medalla tras Ximena Restrepo y Caterine Ibargüen, corroboraron que tuvo la mejor preparación. Ahora, está listo para competir en el relevo 4x400 junto a los compadres que celebran todos sus triunfos.