Es la hora de Ray Zapata
El gimnasta, de 28 años, disputa este domingo (10:00) la final olímpica de suelo. Tiene un elemento con su nombre: el Zapata II.
Rayderley Zapata está ante la oportunidad de su vida. A los 28 años, el español se enfrenta a la final olímpica de suelo, pleno de confianza y con la madurez suficiente para plantar cara a los mejores. Se clasificó a la final con la cuarta mejor marca (15,041), pero en su primera aparición en el Ariake Gymnastics se guardó alguna de las estrellas de su repertorio. Este domingo (10:00 horas) le toca arriesgar.
Si quiere meter riesgo, ahí está el Zapata II, el elemento que tiene su nombre y que le Federación Internacional le ha otorgado un nivel bastante alto de dificultad. La acrobacia, evolución del Zapata I, se inicia con una paloma y cuando llega al siguiente bote hace un doble mortal adelante con pirueta y media. “Lo importante será no salirse”, cuenta Zapata. Ese es el gran temor de los gimnastas en suelo, que al caer el tapiz les escupa y sean penalizados.
Los grandes favoritos al oro son el israelí Artem Dolgopyat y el ruso Nikita Nagornyy, pero Zapata no tiene miedo a nadie. “Hemos venido a jugar”, dice este acróbata nacido en Santo Domingo y que llegó a Lanzarote con nueve años. Con 11 se inició en la gimnasia.
Sus descubridores fueron Víctor Cano y Gervasio Deferr. Ambos enseñaron a Zapata el camino del salto, cuando nadie creía en él. “Con 17 años decían que no tenía posibilidades para la gimnasia, pero ellos fueron mis salvadores”, ha explicado siempre Ray, que dejó atrás aquel gimnasta “loco, que no pensaba mucho las cosas”.
Ahora Ray acaba de ser padre, hace dos meses, y se considera una persona centrada, que ha evolucionado en la manera de pensar. Este domingo se enfrenta a la final olímpica. Tiene un truco que los demás no tienen: el Zapata II. Si lo clava, estará muy cerca de la gloria. La hora de Ray Zapata.