Edgar Rivera salta con altura en Tokio 2020
El mexicano superó su marca obtenida en Río 2016 pero no calificó a la final ubicándose octavo en la clasificación del Grupo B
El saltador de altura mexicano Edgar Rivera, se presentó en el Estadio Olímpico de Tokio a la prueba de clasificación.
En sus segundos Juegos Olímpicos, Rivera intentaba superar los 2.17m de la misma ronda en la que se quedó en Río 2016.
El sonorense, quien posee el récord mexicano de 2.31m, hoy en Tokio 2020 falló en su primer intento de 2.17m pero en el segundo lo consiguió.
Antes de intentar saltar 2.21m, el mexicano, metido y concentrado en su competencia, estuvo cerca de atravesarse en la prueba eliminatoria de los 3000m con obstáculos, afortunadamente vio a los competidores y solo sonrió ante el hecho, recordar que se realizan varias pruebas de atletismo simultáneamente.
Rivera conseguiría los 2.21m y superaba lo realizado en los anteriores Juegos Olímpicos, se ubicaba en el lugar 8 de la clasificación B, ahora intentaría 2.25m, fallaría en 3 ocasiones, en el tercer intentó, el mexicano grito del coraje y se llevó las manos a la cabeza, sabiendo que se había quedado muy cerca.
De esta manera concluyó la participación de Edgar Rivera en sus segundos Juegos Olímpicos, ubicándose octavo en la clasificación del Grupo B, quedándose sin opción de disputar la final y pelear por una medalla.
FRUSTRACIÓN
Tras la competencia, Rivera reconoció que el no haber calificado a la final en Tokio 2020 le causó frustración: "el deporte te da todo y a veces te lo quita. Un poquito frustrado porque yo me sentía capaz de hacer más, de hacer mejores saltos, pero por ahí tuve unos problemas técnicos que no supe corregir, no supe adaptarme a las condiciones de la pista, ni a la humedad".
Edgar indicó que, al final de cuentas, se va con la tranquilidad de haber dado su mejor esfuerzo durante la participación en Tokio.
"Estoy muy contento de poder haber estado aquí representando a México. Me sentía muy tranquilo, me sentía bien, no siento como que estuviera nervioso, estaba enfocado a lo que tenía que hacer y para esto fue lo que me alcanzó. Estoy tranquilo, supe controlar mis emociones a diferencia de Río que si me comió el estadio, el ruido y todo", señaló.
Por último, el sonorense dio su opinión sobre el caso del equipo de softbol y la polémica que se generó por los uniformes que tiraron a la basura en la Villa Olímpica.
"La verdad es una pena. No se sabe quién fue, a lo mejor solo fue una persona porque si ves las fotos se ve que es una bolsa blanca, se ven pocos uniformes, tal vez fue solo una persona. La gente en México está generalizando a todo el equipo de softbol. No sé quién haya sido, no sé la razón por la que lo haya hecho, es una pena, igual y se confundió y no lo hizo con mala intención, pero es una pena. Ojalá sea una lección para que esto no se vuelva a presentar. Yo en lo personal tengo todos mis uniformes de todas mis competencias y los guardo con mucho cariño porque cada competencia representa un evento importante en mi vida", concluyó.