"Bolt fue una revolución... me gustaría hacer algo así"
Armand Duplantis tiene el récord mundial de salto con pértiga (6,18) y será una de las grandes estrellas de los Juegos de Tokio.
Armand Duplantis (Lafayette, EE UU, 21 años) será una de las grandes estrellas del atletismo en los Juegos. Tiene el récord del mundo de pértiga, con 6,18, y ha mejorado los registros de Bubka. Es su debut olímpico.
-¿Cuándo supo que sería un prodigio de la pértiga?
-Siempre quise ser el mejor pertiguista del mundo, desde que era un niño muy pequeño. Cuando salté por primera vez el jardín de casa, sabía que deseaba estar un día en lo más alto. Me di cuenta en el instituto, cuando jugaba al fútbol americano, futbol, béisbol… Y me elevé a 5,30 con 15 años. La pértiga es algo que me fluye, como ir en bici. Supe que eso era lo que quería hacer y que algún día estaría en lo más alto.
-Javier García Chico, medallista olímpico español en pértiga, dijo de usted que su gran virtud es que no tiene miedo, ¿es cierto?
-Creo que es verdad. No es que sea temerario, tengo miedo de cosas. Pero cuando construyo un buen salto trato de sentirme como una mariposa en el aire. Yo estoy cómodo y no me pienso las cosas dos veces, creo que mucha gente sí lo hace. La separación entre un buen saltador y un fuera de serie es el nivel de confianza. No pensar demasiado en lo que va a pasar en el salto, sólo dejar que ocurra.
-En los Juegos se espera mucho de usted, ¿siente mucha presión?
-Estoy bien, trato de aprender a manejarla. Sólo quiero un oro para mí. Sé que la gente espera mucho, pero yo espero mucho de mí. En un mundo de ensueño le diría que quiero llegar y hacer el récord del mundo, pero… ¡Es que son mis primeros Juegos! Sé que estaré expuesto. No tengo nada, ni títulos… Tampoco tengo nada que perder. No me preocupo demasiado. Para mí lo importante es estar en Tokio y hacer mi salto.
-¿Considera que está cambiando el estilo clásico de la pértiga? Es más rápido, bate más cerca de la tabla que otros atletas.
-Creo que es muy común que el mejor especialista en el mundo marque el estilo. Cuando Bubka dominaba su estilo era el predominante. Eso aspectos de los que hablan son clave. La velocidad es superimportante, yo la trabajo muchísimo y soy el más rápido entrando en tabla de todos los pertiguistas. Trato de ser como un velocista. Ser rápido es directamente proporcional a lo que vas a saltar. Creo que no es tan especial mi forma de saltar. Mi estilo es algo que me sale natural, el giro, la forma de batir, cuando clavo la pértiga...
-¿Puede correr en 10.50 o 10.60 los 100?
-Creo que menos, ahora mismo sería mucho más veloz.
-¿Cuál es su meta, sus números mágicos?
-Quiero ganar más oros y Mundiales que Bubka, ser mejor que él es un objetivo. Quiero ganar mucho. No sé cuanto saltaré, si haré 6,20 o más de 6,20. No lo sé. Eso suena muy bien, ¿no? Veremos a ver hasta donde llego. Quiero hacer cosas que la gente nunca hizo, algo grande, pero iré año a año...
-¿Está más en forma que en febrero 2020, cuando hizo el récord del mundo en Glasgow con 6,18?
-Estoy mejor de forma que entonces. Si no he saltado más es porque no tuve mejores condiciones. Sin viento y con buen tiempo sé que haría un salto así (este verano Duplantis hizo varios intentos sobre 6,19, por ejemplo en Estocolmo, pero el mal tiempo influyó).
-¿Hay que estar loco para ser pertiguista o se puede ser normal?
-Para mi es algo ordinario, normal. Lo hago desde que era pequeño en el jardín de mi casa de Lafayette, mis padres tienen allí la colchoneta y para mí es natural, como el que juega al fútbol, al baloncesto... (sus padres Helena, antigua heptatleta, y Greg, expertiguista internacional, son sus entrenadores, aunque en Tokio sólo le acompañará Greg).
-¿Tiene rivales para Tokio o sólo está usted?
-En la pértiga en los grandes campeonatos siempre sucede algo especial. Grandes marcas, en muchos casos, como fue lo que sucedió en Río 2016 cuando Thiago Braz ganó a Lavillenie. Considero que no voy a estar sólo en la competición y que alguien estará empujándome. Eso sí, estoy preparado para competir con él. No va a ser fácil.
-Su madre es sueca y su padre estadounidense, su vida está entre Estados Unidos y Europa…
-Amo estar los veranos en Suecia, y los inviernos en Luisiana para entrenar, que en Suecia son muy fríos. Creo que tengo un buen equilibrio. Mi suerte es que hay amigos en las dos partes y buenos lugares para entrenarme. Me falta mejorar mi sueco, lo hablo para sobrevivir
-¿Por qué la decisión de competir con Suecia en lugar de Estados Unidos?
-Me lo pensé mucho… Siempre fui un poco indeciso, me debatía entre una cosa y otra. Hasta que en 2015, el año en el que le dije que salté 5,30, tomé la decisión. El entrenador de Suecia fue muy insistente para que fuera con ellos al Mundial juvenil. Mi madre compitió con Suecia y mi hermano Andreas también. Así que ya está.
-¿Cómo será competir con el estadio vacío?
-Bueno, conozco la sensación, porque el pasado verano casi todas las competiciones fueron sin gente. Ya sé que no es igual, que es menos emocionante y, obviamente, se echa de menos al público, pero son mis primeros Juegos Olímpicos y mi ilusión es muy grande. Me gusta Japón y su cultura, es un lugar que me resulta muy interesante, aunque ya sé que aquí la experiencia no podrá ser total.
-Tiene sólo 21 años, pero… ¿cuál es su gran recuerdo olímpico?
-Recuerdo ver saltar a Renaud Lavillenie, cuando ganó su título en 2012. Me inspiró muchísimo, luego tuve la oportunidad de entrenarme con él en Clermont Ferrand. Después cuando Thiago le ganó en 2016 en ese día tan loco. Para mí Renaud es un mentor, una especie de hermano mayor que pasó de ídolo a amigo. También Usain Bolt, le hemos visto destrozar récords mundiales y fue una revolución. Eso me motivó y es algo que me gustaría hacer. Estar inspirado en Bolt es genial.