La Generación Z toma el mando
Tras el adiós de Lochte y Phelps, los jóvenes valores se imponen a las referencias de Río como King, Ledecky, Sjöstrom, Pellegrini, Hosszu o Mireia.
De Río a Tokio han transcurrido cinco años. Y ese periodo representa el doble en la natación, un deporte que castiga como pocos el paso del tiempo y que premia a las nuevas generaciones. Ese relevo se está haciendo realidad en Tokio, los primeros Juegos Olímpicos sin Michael Phelps y Ryan Lochte, dominadores durante años. También sin el chino Sun Yang, sancionado. La caída del oro de Katie Ledecky en los 200 y 400 libre o de Katinka Hosszu, que se irá de vacío, son el mejor ejemplo.
“A la gente mayor le ha afectado más la pandemia. Han tenido que variar sus planes, alargar su retirada en muchos casos. Es normal lo que está sucediendo”, explica un técnico estadounidense para AS. En España se vive un caso parecido con Mireia Belmonte, de 30 años, y Hugo González, de 22. La primera, cuarta en 400 estilos, nadó tres finales en Río y se colgó dos medallas. Es probable que se despida de Tokio con solo una final, al menos las mismas que el mallorquín, sexto en los 100 espalda y con la bala de los 200 estilos, su prueba, donde aspira a pelear por las medallas.
Ocurre lo mismo en todas las disciplinas. Kristof Milak, Ariarne Titmus, Keylee McKeown, Lydia Jacoby, Margaret McNeil, Ayuf Hafnaui, Tom Dean… Todos ellos tienen en común el oro olímpico, que han desbancado a los ganadores de ediciones anteriores y que nacieron entre el 2000 y el 2002. Son la Generación Z, llamada a mandar en sus pruebas entre Tokio y París, al menos.
Peaty, el único que resiste en el trono
Solamente hay un nadador hasta el momento que ha sido capaz de defender su título conquistado en Río, y es Adam Peaty, el caníbal de los 100 braza, donde colecciona las 19 mejores marcas de siempre. Una excepción. Tokio también supone el fin de una época para dos nadadores míticos, icónicos para sus países: Federica Pellegrini y Laszlo Cseh.
La italiana ganadora de dos medallas olímpicas (2004 y 2008) y 11 mundiales, vigente plusmarquista del 200 libre. Se despidió de esa prueba con la séptima posición. El húngaro, por su parte, se despide en los 200 estilos. Su palmarés, con seis medallas olímpicas, y 13 mundiales, alberga récords y podios de 2003 a 2017, y multitud de imágenes con Phelps, rivales eternos. El álbum de cromos de la época dorada del tiburón de Baltimore desaparece con Cseh.