Ariarne Titmus vence a Katie Ledecky, que se quedó sin medalla en 200 metros libres
En su segundo enfrentamiento directo, la australiana volvió a quitarle los grandes honores a una estadounidense que preocupa su falta de preseas.
Tokio parece tener a su nueva reina en el agua. En Río de Janeiro se quedó grabado el nombre de Katie Ledecky en el Estadio Olímpico Acuático y se esperaba que en Japón conquistara su tercera tierra. Sin embargo, parece ser que la estadounidense no tenía presupuestada la llegada de un monstruo australiano que le ha arrebatado ya dos medallas de oro.
Ariarne Titmus tuvo su primer gran evento internacional en el Mundial de 2017 y en los Commonwealth Games se llevó su primer primer lugar de su carrera. Ello sólo era el comienzo de la historia y, después de tener que esperar para sus primeras pruebas olímpicas, ya se acerca al mejor momento -hasta ahora- de su carrera al llenarse de victorias en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Su primer declaración de ello fue en los 400 metros libres, los cuales debieron haber sido totalmente para Ledecky, pero .67 centésimas de segundo hicieron la diferencia. Ahora, se esperaba que en los 200 metros del mismo estilo fueran la respuesta de la norteamericana, pero la situación sólo terminó por ser adversa al desaparecer de la pelea y dejar el momento estelar a Titmus y la sorpresiva actuación de Siobhan Haughey.
A pesar de arrancar de buena manera, la competencia no fue para ella y Titmus en el último retorno marcó la diferencia para ganarse su segunda presea dorada. Uno creería que eso es lo sorprendente al incluir un récord olímpico de 1:53.50, pero la realidad es que el golpe más duro fue ver a Ledecky fuera del medallero. De la historia que se esperaba en una nueva rivalidad, todo quedó en la gloria para una y la decepción de un quinto lugar para la otra que registró 1:55.21. Ahora, los 1500 metros esperan ser la salvación.
Se queda Ledecky en el olvido de Río 2016
Cuatro medallas individuales se esperaba que Katie Ledecky ganara a nivel individual, sin embargo, esas expectativas se han reducido a la mitad y queda recordar para buena fe de ella lo asombrosos que fueron los Olímpicos de hace cinco años. Mientras Phelps cerraba su carrera y Simone Biles relucía, Ledecky logró unirse a estos dos fenómenos al adjudicarse cuatro oros y una plata. Un realidad que hoy queda lejana.