Jacoby reina en territorio King
La estadounidense de 17 años ganó el oro en los 100 braza ante la plusmarquista mundial. En los 200 libre, Popovici se quedó a solo dos centésimas del bronce.
Que Katie Ledecky pierda un 400 libre es tan noticia como Lilly King no se cuelgue el oro en el 100 braza. La plusmaquista mundial fue campeona olímpica en Río de Janeiro y estuvo a punto incluso en el Mundial de 2017 en Budapest de nadar por debajo de 1:04.Dejó el récord en 1:04.13. Un ciclo después de aquellos logros, la nadadora de Evansville (Indiana) ha visto como una compañera suya, Lydia Jacoby, de solo 17 años, le ha adelantado por la derecha. Oro para Jacoby. Inapelable en una final más lenta de lo previsto.
La sudafricana Tajtana Schoenmaker, que había establecido el récord olímpico en las semifinales (1:04.82), marcó el ritmo de la prueba en el primer 100. Siempre por delante de una King a la que le faltó una marcha más en comparación con otras competiciones. Sin ese cambio, por el lado derecho progresó Jacoby, que hizo la vuelta más rápida. Nadó seis décimas más rápido que las otras dos medallistas. Jacoby entre en el secto club de las nadadoras que han bajado de 1:05 (solo siete) y registró 1:04.95 mientras que Schoenmaker hizo 1:05.22 y King se estancó en 1:05.54, a segundo y medio de su plusmarca.
Con deportividad, la sudafricana y la estadounidense abrazaron a Jacoby, sorprendido y feliz cuando se quitó las gafas, salió de su burbuja y vio que era la nueva campeona olímpica. En Río, cinco años antes, solamente tenía 12 años y miraba por televisión el oro de Lilly King, a quien ahora ha destronado.
Popovici roza el bronce en un 200 libre muy británico
También era esperada la otra final de la jornada en el Centro Acuático ubicada en Tatsumi (Tokio), la de los 200 libre. Especialmente para ver de qué era capaz el joven rumano de 16 años David Popovici, que nadaría por la calle 1. Dio una exhibición en su primera final olímpica y se quedó a solamente dos centésimas del bronce. Siempre en carrera, solamente pagó el tercer largo, donde nadó entre cinco y siete décimas más lento. Sin ello, habría sido podio, y quizás oro. La expectación generada en este nadador es ajustada, y le quedan los 100 libre.
El campeón fue el británico Tom Dean en un igualado duelo con su compatriota Duncan Scott. Sigue en la cima la natación de estilo libre británica, después de sus deslices en las últimas competiciones. En Río no lograron medalla. Los 1:44.22 y 1:44.26 de los británicos le sirvieron para superaron al brasileño Fernando Scheffer, bronce con 1:44.66.