Jon Rahm, el candidato número uno al oro en Tokio
El vizcaíno llega en plena forma a los Juegos y es una de las principales opciones españolas de medalla. "En teoría soy el mejor del mundo y puedo mejorar", afirma.
"Soy el número uno del mundo y sé que aún puedo mejorar. Eso es lo que me motiva. En teoría soy el mejor del mundo y tengo claro que podría ser mejor". Son palabras de Jon Rahm, ambicioso hasta en la cima, tras concluir tercero el British Open el domingo. El vizcaíno llegará a los Juegos Olímpicos de Tokio (empiezan el viernes, pero la competición de golf no arrancará hasta el día 29) como el gran candidato a la medalla de oro en el Kasumigaseki Country Club.
Cierto es que hay poderosas alternativas, sobre todo en el estelar equipo estadounidense, que conformarán Collin Morikawa, ganador del British, Bryson DeChambeau, Xander Schauffele o Justin Thomas, y en el irlandés, con Rory McIlroy y Shane Lowry. Pero ese "en teoría" que utiliza Rahm, prudente, antes de proclamarse el mejor del planeta encuentra mucho respaldo práctico en los datos.
Si uno echa un vistazo a las estadísticas del PGA Tour de este año encontrará que el León de Barrika está siendo el golfista más sólido en cuanto a resultados con bastante diferencia sobre el resto. Acumula 12 top-10 ya, más que nadie y a tres de distancia del segundo, Spieth. Cuatro de ellos han sido en los cuatro majors de 2021, algo que nadie más ha conseguido. Si ampliamos el foco a los últimos cinco años serían 60 top-10, 15 más que McIlroy, el siguiente en regularidad. Además es el mejor del circuito en media de golpes por ronda (69,4) y en total de golpes ganados al campo (2,02), y el segundo en golpes ganados de tee a green (1,8).
En cuanto a los intangibles, nadie ha expresado con tanta determinación y reiteración sus ansias de conseguir una medalla olímpica. Rahm está convencido de que los Juegos son una oportunidad especial. "Yo nunca dudaría. Tienes la ocasión de llamarte deportista olímpico, algo que muy pocas personas en la historia logran, y si consigues una medalla, especialmente una de oro, entras en un grupo aún más selecto", afirmaba recientemente.
Bajas
Algunas estrellas se han visto forzadas a decir 'no' a Japón. Es el caso del italiano Molinari, lesionado, o del nipón Matsuyama, vigente chaqueta verde que dio positivo en coronavirus. Otras simplemente no sienten las mismas pulsiones que Rahm por los Juegos. Y es que este deporte estuvo ausente del programa entre 1904 y 2016. 112 años en los que ha cundido un desarraigo que seguramente tardará alguna edición más en cicatrizar. Ninguno de los popes de la disciplina ha crecido soñando con subirse a un podio olímpico, básicamente porque no existía esa opción.
Dustin Johnson, por ejemplo, no quiere meter más carga en su calendario antes de los playoffs del PGA, que reparten muchísimo dinero. Y españoles como Sergio García o Rafa Cabrera Bello, que por ranking habrían ido antes que Adri Arnaus, el acompañante de Rahm, tienen asuntos más urgentes que atender, como garantizar su clasificación para los citados playoffs en el caso del de Borriol o mantener la tarjeta del PGA, en el del canario. Sin esas disyuntivas, Rahm puede permitirse el lujo de intentar cumplir otro sueño. Y a priori todo indica que lo conseguirá.