Ruth Castillo, la primera mexicana en unos Juegos Olímpicos en Gimnasia Rítmica

Una deportista que inició en la gimnasia artística a los 6 años, pero que a los 10 decidió cambiar y unirse a la rítmica, Ruth Castillo, clasificada a Tokio 2020, la primera mexicana en la historia de unos Juegos Olímpicos, nos platicó sobre su carrera y el pase a la justa veraniega, “Estoy súper contenta, desde el sábado que terminé esta competencia he estado recibiendo muchos mensajes de felicitaciones. Me siento muy feliz y agradecida”.

Creció con el deporte, incluso, tiene un hermano dentro del alto rendimiento, “Sí, desde chiquita tengo esta disciplina de hacer deporte, en mi familia todos han sido deportistas, mis papás nos han inculcado pues esta onda del deporte, entonces pues yo agradezco muchísimo a mi familia, a mis padres que siempre me han inculcado esta responsabilidad del deporte. Me da mucho gusto poder representar a toda mi familia deportista y mi hermano es Job Castillo, también es atleta alto rendimiento y pues bueno yo ahorita con este pase olímpico, mi familia esta super contenta”.

A los 15 años se convirtió en seleccionada nacional y con el paso de los años, hoy es una orgullosa medallista centroamericana, panamericana, 9 veces mundialista, “Todo esto me ha dejado un gran legado y una experiencia como ninguna gimnasta mexicana, porque pues bueno son ya muchos años de carrera, y pues todo eso se ha visto reflejado y esta última competencia que tuve en Río, ha sido de las mejores competencias en mi vida, con toda la experiencia que tengo pues logré hacer unas rutinas limpias y merecedoras de un pase olímpico”.

Las nuevas generaciones en la gimnasia rítmica pesionaron a la hoy clasificada olímpica, y más cuando tuvo que enfrentar en Brasil, por el boleto olímpico, a una fuerte competidora como lo es la brasileña Barbara Domingos, “El selectivo olímpico iba a ser inicialmente en Estados Unidos, entonces cuando lo movieron a Brasil, dije, híjole va a estar en su casa y es mi contrincante más fuerte, entonces pues por ahí dijimos, bueno no importa, así te tocaron las cosas, ahorita el trabajo va a ser el que va a hablar. Yo lo que hice fue el tener un plan, pues obviamente con mi entrenadora y todo, pero también un plan psicológico con mi psicólogo, hicimos un trabajo muy importante para poder tener el temple necesario para enfrentar una competencia de tal naturaleza, tan importante y tan estresante, había mucha presión, había solo una plaza olímpica y había que quedar en primer lugar”.

Sin duda, una persona que abrió el camino en la gimnasia rítmica, fue la también tapatía Cynthia Valdez, ganadora de 10 medallas en Juegos Panamericanos, “Creo que gracias a Cynthia se abrieron muchas puertas, yo me beneficié mucho de la carrera de Cynthia porque ella empezaba a tener muchos resultados, se le empezó a dar mucho apoyo y pues en consecuencia a mi también porque yo era su compañera de equipo. Mucho tiempo fui la segunda mejor gimnasta de México detrás de ella, entonces creo que fue un tiempo muy importante para la gimnasia rítmica mexicana porque ella abrió muchas puertas, sobre todo apoyos, a que pudieran creer en que la gimnasia rítmica mexicana estaba creciendo y empezando a tener un peso importante a nivel internacional, porque Cynthia empezó a ganar muchísimas medallas a nivel centroamérica, en panamericanos también y también se le reconocía mucho a nivel internacional por su elegancia. Yo quiero mucho a Cynthia es mi amiga y le agradezco también mucho los años en los que estuvimos juntas porque yo aprendí mucho de ella”.

Rut estudió Relaciones Internacionales y actualmente cursa una nueva licenciatura en Ciencias del Deporte, al igual que en los estudios, ha ido trazando sus objetivos y consiguiéndolos paso a paso, como el boleto a Tokio 2020, “Me siento muy orgullosa con este pase olímpico, que creo que ya es un gran logro poder asistir a Juegos Olímpicos y no es que sea conformista y que no quiera buscar una medalla en unos olímpicos, pero sí hay que ser muy realistas y objetivos, y creo que las cosas y los resultados se van dando paso a paso, y en este caso pues el primer paso que la gimnasia rítmica mexicana debía de dar, era tener presencia en unos juegos olímpicos y pues se ha logrado”.

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El fracaso tocó a la puerta de Rut en algún momento de su vida, pero su fé y confianza en sí misma, lograron llevarla a donde está hoy, “Creo que la vida no nos pone metas o retos que no podamos superar, y hoy lo veo aquí. En muchos momentos en los que yo me sentía fracasada, se sentía bien feo, pero hoy volteó para atrás y digo gracias, gracias a la vida porque Dios es tan sabio que sus tiempos son perfectos, entonces cada una de las cosas que me fueron ocurriendo a lo largo de mi carrera me fueron moldeando, me fueron fortaleciendo como mujer para convertirme en una mujer madura y consciente y creyente, sobre todo en que los sueños se pueden cumplir”.