Mola, Noya y Alarza, para el infierno de Tokio
La FETRI presentó el equipo en Madrid. Miriam Casillas y Anna Godoy, en el femenino. Las condiciones de calor y humedad depararán un triatlón "extremo".
Mirando a su pasado (corto y exitoso) el triatlón tomó hoy impulso para los próximos Juegos de Tokio (23 julio-8 agosto). La Federación Española enseñó su músculo en el Comité Olímpico Español al presentar el equipo que buscará las medallas en Odaiba, la isla artificial de la bahía tokiota donde se nadará, se irá en bici y se correrá. Serán Javier Gómez Noya (cinco veces campeón mundial), Mario Mola (tres), Fernando Alarza (cuarto en 2019 y con podios en Series Mundiales), Miriam Casillas y Anna Godoy. Ellos, el 25 de julio. Ellas el 26. Ambos, a las 06:30 horas de Japón (23:30 en la península) para evitar las tremendas condiciones de calor y humedad que se esperan. El 31 de julio se estrenará el novedoso relevo mixto, para el que son fijos Alarza, Casillas y Godoy.
El mono de competición, plateado, servirá como homenaje al pionero Iván Raña, primer campeón mundial en 2002 en Cancún. Teñidos de plata pero con la idea de bañarse en oro. "En 18 años, España ha ganado nueve Mundiales en total mientras que el resto del mundo se han repartido los otros nueve", recordó José Hidalgo, presidente de la FETRI. "En hombres, cualquiera de los tres puede estar en el podio. Las mujeres llegan en su mejor momento de siempre y en el relevo mixto nunca hemos alineado todo el potencial que tenía España", aventuró.
Palabras que resonaron entre los pioneros reunidos en Madrid que comenzaron en los Juegos de Sídney 2000 con el estreno del deporte. Historias reflejadas en el documental 'De Sídney a Tokio, veinte años inolvidables' con la historia de gente como Gómez Noya (38 años), que lleva buena parte del año sufriendo en el calor y la humedad de Caribe mexicano para adaptarse a Tokio.
Gómez Noya es el único español con chapa olímpica (plata en Londres 2012 y se perdió Río 2016 por lesión). "Serán mis terceros Juegos y esperamos ilusionaros a todos el día de la competición. Es difícil prometer una medalla pero sí que nos dejaremos todo ese día para volvernos satisfechos", expresó. "El circuito es muy técnico y el calor y la humedad lo va a endurecer mucho. Será extremo", contó. La temperatura del agua podría subir hasta los 29 grados. Un caldo. Mario Mola, en la altura de Font Romeu, no bajó a Madrid, pero dejó unas palabras: "Queremos dar la alegría que no pudimos dar en Río". Fernando Alarza definió las condiciones como "limitantes" y hasta en el mono se ha pensado en la refrigeración. Calor, como el que padeció Raña en Cancún, en el lejano y a la vez cercano 2002. Y del que salió con el oro.