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NATACIÓN

Peaty, crítico con la ley mordaza del COI: "Debemos protestar"

El Comité Olímpico prohíbe reivindicaciones políticas en Tokio 2020 y el nadador considera lo ve injusto: "El deporte es un vehículo poderoso para que escuchen a deportistas"

Adam Peaty.
Kim Hong-Ji

Hace unas semanas el Comité Olímpico Internacional (COI) lanzó una serie de medidas para los atletas en Tokio, donde a partir del 23 de julio se celebrarán unos históricos Juegos, marcados por la COVID-19. Pero, entre vacunas, mascarillas, tests y cuarentenas, una norma (habitual en estas citas) volvió a levantar pólvora entre algunos deportistas: el COI prohibía las reivindicaciones de carácter político en los Juegos.

Adam Peaty, campeón olímpico en 100 braza en los Juegos de Río y el mejor nadador de todos los tiempos en esta especialidad, ha levantado la voz ante lo que considera una injusticia: "Esto va dirigido exclusivamente a mí y es mi opinión, sin embargo, cientos/miles de atletas tienen el mismo punto de vista. La cuestión es que el problema no se trata de mí. Tantos atletas en los Juegos vendrán de países y bajo órganos de gobierno plagados de corrupción, racismo y desigualdad", se arrancó el inglés, que defenderá su corona en Tokio.

"Por supuesto, ese atleta debería tener la oportunidad de protestar si hay tantos problemas. Si todos nos alineamos y nunca cuestionamos nada, estos problemas solo empeorarán y las personas que los causan obtendrán aún más poder", replicó el nadador, quien empatiza con aquellas atletas que viven en país con más inconvenientes sociales, políticos y económicos que él: "Sí, estoy de acuerdo en que hay un momento y un lugar para protestar, pero el deporte es uno de los vehículos más poderosos para que muchos de estos atletas sean escuchados. Por ejemplo, si todas las personas con las que corriste se estuvieran dopando y, de alguna manera, lo supieran al 100%, no te quedarías en silencio".

En su momento, el COI explicó lo siguiente: "El foco de los Juegos Olímpicos debe permanecer en los logros de los deportistas, el deporte y la unidad y armonía internacional que el movimiento olímpico busca". De esta manera se quiso acabar con celebraciones que trascendieron lo deportivo, como la de la etípoe Feyisa Lilesa, que celebró su medalla de plata en el maratón de Río 2016 cruzando los brazos en alto al entrar en meta para protestar contra la represión del gobierno de su país, o la icónica que protagonizaron en México 68, Tommie Smith y John Carlos en el podio de los 200m, con el puño al aire en señal de repulsa al racismo.