EUROPA LEAGUE | SEVILLA - JUVENTUS
Todo al (blanqui)rrojo
Nervión se viste de infierno esta noche para llevar al Sevilla a su séptima final de Europa League, ante una Juventus sin Bonucci ni Pogba pero con Bremer.
La patada de un rival acababa de mandar al césped de Riazor a Diego Armando Maradona, el 6 de febrero de 1993, y la bota del astro argentino impactó en la cara del deportivista Albístegui. Domingo Pérez, fisioterapeuta del Sevilla, decidió atender al jugador rival tras comprobar que El Pelusa se encontraba bien. Y todo, ante la estupefacción de otro campeón del Mundo que miraba desde el banquillo nervionense: Carlos Salvador Bilardo. “Me quiero morir”, cazaron las cámaras de El Día Después mascullar al Narigón. “Domingo... ¡Los de colorado son los nuestros!”.
Con ese mismo sentimiento tribal de pertenencia, loco e innegociable, visten esta noche de colorado los hinchas del Ramón Sánchez-Pizjuán, en pos de la séptima final de Europa League de la historia sevillista. Un paso duro, pero apenas un paso, para seguir agrandando hasta el infinito y más allá esa leyenda imposible que dice que cada vez que pasa de octavos el equipo de la Casta y el Coraje acaba levantando el segundo trofeo continental.
Del manicomio, de blanco todos para golear al Manchester United en cuartos, al infierno rojo que se prepara contra otro gigante continental, la Juventus de Turín (sigue el partido en directo en As.com). Una Juve herida que vive su semana del infarto, pues durante estos días conocerá si vuelven a quitarle puntos por culpa del Fair Play financiero. De caer a posiciones intermedias en la Serie A, Budapest y el título significarían el atajo más corto, el único ya, para la Vecchia Signora hacia la próxima Champions. Lo sabe Allegri, que pierde a Pogba y Bonucci, generales y futbolistas de categoría mundial que han vivido en sus carnes un montón de noches grandes similares a ésta. Como contrapartida, el entrenador italiano recupera a su gran pilar defensivo, el brasileño Gleison Bremer, al que por cierto intentó fichar el mismísimo Monchi.
Mendilibar dispone ya de Suso, aunque se supone que sólo usará al gaditano en caso de emergencia, y llega a tiempo Ocampos después de su lesión en la ida. “Mágicas” recuperaciones futbolísticas de las que hablaba el preparador vasco en la previa y que tienen mucho más que ver con la especial mística del Sevilla en esta competición, repleta de milagros que no tienen ni necesitan explicación porque habitan ya en el ADN del club.
Del gol de Puerta al Mbiazo, pasando por el cabezazo de Palop en Donestk o la remontada del Euroderbi, la Europa League aguarda otra noche legendaria para su equipo fetiche. Los jugadores vestirán de blanco mientras la grada se apunta al espectáculo con el color que salpica sus sueños de viajar a una nueva final: All in, todo al (blanqui)rrojo.