Kowalczyk: “Soy de Legia, Betis, Barça... y antimadridista”
El exdelantero polaco, mito en Varsovia, jugó del 1994 a 1998 en el Benito Villamarín: “Yo hice gol en mi debut y Mbappé, no”.
Wojciech Kowalczyk (Varsovia, Polonia, 1972) jugó cuatro años en el Betis (1994-98) y otro más en Las Palmas antes de regresar al Legia, el equipo de su vida. Aquel delantero escurridizo y matador maravilló a Manuel Ruiz de Lopera en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, en los que su selección perdió el Oro ante España con aquel gol de Kiko en el último minuto. Don Manuel le convirtió en su primera gran adquisición, por 240 millones de pesetas (algo menos de 1,50 millones de euros), justo antes de que llegaran Alfonso, Jarni o Finidi. Wojciech marcó en su debut oficial de Primera, ante el Sporting (5-0), y tras un año de adaptación, se fastidió la rodilla para la que debía ser la campaña de su despegue, la 95-96. Ahora, Kowalczyk se dedica a comentar fútbol en su país, incluido LaLiga. Allí matiene una fama de hombre polémico que acentúa durante esta entrevista.
Muchos béticos creen que usted podría haber triunfado en el Villamarín.
Sí, yo también lo pienso. En 1995 había hecho una pretemporada tremenda, con muchos goles, dos de ellos en el trofeo Colombino. Iba a ser delantero titular, al lado del gran Alfonso. Antes de la primera jornada, Serra Ferrer me pidió que postergara mi viaje a Polonia para jugar con la selección... y antes de que terminara la primera parte en Mérida, llegó esa lesión. Estuve varios meses sin jugar y la temporada no fue la misma. Luego no fui nunca el mismo delantero, la verdad.
Vaya Betis con el que coincidió usted. ¿Mejor o peor que el de ahora?
Aquel era mejor. Era impresionante. Primero llegó Alfonso, luego Jarni y Finidi... Hasta coincidí en mi primera campaña con Rafael Gordillo. Vaya zurda que tenía Rafa, igual es la mejor que he visto. Y además el ‘Gordo’ me enseñó la mejor parte de Sevilla. Primero con Rafa y luego con Jarni, yo terminaba los entrenamientos que me dolía la cabeza de tanto rematar buenos centros. Y otra cosa, Joaquín: en mis últimos tiempos del Betis, ya subía algunas veces con el primer equipo. Es increíble la carrera que ha tenido después, me alegro mucho por él. Espero verle en Varsovia.
El Betis de Lopera. ¿Qué recuerda de Don Manuel, que falleció hace poco?
Pues al principio me trataba muy bien. Recuerdo que mi mujer iba a dar a luz a nuestra hija, que nació en Sevilla, y llamó rápidamente a la mejor clínica, la Infanta Luisa de Triana. Yo era algo así como el niño mimado para Lopera. Pero luego... bueno, todo el mundo sabe lo de los pagarés y eso. Me fui del Betis entre otras cosas porque me debían mucho dinero. Pero no me gusta hablar mal de los muertos.
¿Ha ido mucho a Sevilla desde que se marchó de allí?
¡Todos los años! Es que mi hija vive allí. Hace un tiempo se marchó y dice que se va a quedar en Sevilla hasta que se muera. Es una ‘loca sevillana’. La ciudad es una maravilla, yo intento visitarla siempre durante la Feria. El Betis me llegó, sigo siendo bético. Tengo tres amores futbolísticos: el Legia, el Betis y el Barcelona. Y puedo decir algo sobre la liga española: yo hice gol en mi debut y Mbappé, no.
Ahí se le ha notado algo ese barcelonismo.
Mire, me gusta ser sincero: me considero antimadridista. Mi amor por el Barcelona llegó mucho antes de Guardiola, Messi y todo eso. En los 90 estuve con el Legia varias semanas allí, en la Ciudad Condal, entrenándonos para la Recopa, en la que llegamos a eliminar a la Sampdoria de Mancini y Vialli, que un año después fue finalista de la Copa de Europa y perdió precisamente contra el Barça en Wembley. Y durante los Juegos del 92 exploté en el Camp Nou: no había marcado en la primera fase y allí, en el estadio culé, anoté mis 4 goles del torneo, incluido el de la final contra España.
Aquellos Juegos...
No los voy a olvidar, significan la última medalla de Polonia en fútbol. Habíamos conseguido el bronce en los Mundiales 74 y 82, y luego tenemos la medalla también de los Juegos del 72. Pero en Barcelona dimos espectáculo, fuimos los que marcamos más goles. Recuerdo la final contra España, Miraba a Guardiola y los demás y veía que estaban asustados por jugar la prórroga... Pero Kiko hizo el 3-2 en el último minuto. Ahora tenemos a Lewandowski, que es quizá el mejor jugador polaco de todos los tiempos, pero aquella delantera que formábamos Juskowiak y yo era increíble.
Vayamos al Legia-Betis.
¡Llevo 30 años esperando este partido! Le digo por qué: en el contrato de traspaso de 1994 se incluía un amistoso entre Betis y Legia. Pero nunca se jugó. Los problemas políticos tuvieron la culpa, todavía estaba latente la caída del Telón de Acero por aquellos años. Pero por fin se da, tengo muchas ganas de que llegue el encuentro.
¿Tiene el corazón partido?
No, eso no. Voy con el Legia, que fue el equipo que me permitió tener la carrera que tuve, incluido estar en Sevilla. Y a partir de ahí que lo gane todo el Betis. Pero vamos, lo normal es que ganen los de Pellegrini, que son mucho mejores. Debería ser un partido fácil para el Betis porque mi equipo está muy mal en los últimos tiempos, es un desastre.
¿Cuáles son los puntos fuertes del Legia?
No demasiados. Una cosa que sí tiene es que en Europa suele hacer partidos buenos contra los grandes. El año pasado le ganamos al Aston Villa (3-2) de Unai Emery. Aunque los mejores futbolistas de aquel equipo se han marchado. Pero sigue siendo un conjunto en el que hay muchos extranjeros que parece que solo juegan bien en competiciones europeas, donde se pueden vender. En la liga polaca no hacen tanto como cuando salen fuera. Ése es el mayor peligro para el Betis.
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