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Finalizado

QATAR 2022 | MARRUECOS - ESPAÑA

España busca la magia perdida

La Roja se enfrenta esta tarde a Marruecos con el pase a cuartos de final del Mundial como premio. Luis Enrique reivindica su estilo y Álvaro Morata ejercerá de nueve de la Selección.

Madrid
Luis Enrique, durante el último entrenamiento previo al Marruecos-España.
JAVIER SORIANOAFP
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Fernández Menéndez, Miguel Ángel

Solo catorce kilómetros nos separan, catorce kilómetros que parecen un mundo cuando hablamos de España y Marruecos. Hoy, al menos, el fútbol nos une. Ambas selecciones se enfrentan en Rayán con el pase a cuartos del Mundial como premio (sigue el partido en directo en As.com). Lo hacen en un ambiente enrarecido en el que sus seleccionadores, Luis Enrique y Walid Regragui, aprovecharon las ruedas de prensa para dar un tirón de orejas a los periodistas. A unos por subestimar al rival, a otros por poner en cuestión la manera de jugar. El estilo como dogma de fe en un duelo entre una selección que llega crecida (Marruecos) y otra (España) que lo hace con el susto aún en el cuerpo por lo sucedido en la jornada que daba acceso a los cruces.

Hace cuatro años, el menú mundialista también nos deparó un España-Marruecos, aunque en aquella ocasión se tratara del tercer partido de la fase de grupos. Se jugó en Kaliningrado y los Leones del Atlas llegaban al partido ya eliminados. Por España marcaron Isco y Aspas, a quienes en esta ocasión no les queda más remedio que ver el campeonato por la tele. Por Marruecos lo hicieron Boutaïb y En Nesyri, este último de nuevo faro en ataque para una selección que ha crecido a medida que avanzaba el campeonato, tanto como para llegar a entrar en alguna quiniela como equipo revelación. Samuel Eto’o, que siempre ha sido un tipo especialmente arriesgado, la ve incluso en la mismísima final.

En el cuartel general de los Leones del Atlas, enclavado en el centro de Doha a diferencia de otras selecciones como España, Alemania o Bélgica, que se han refugiado lejos de la capital, nadie quiere hablar de cotas tan altas, lo de la final son palabras mayores para quien nunca ha superado los octavos de un Mundial. Para llegar a esa frontera hay que remontarse a México 86, donde un 3-1 ante Portugal en el cierre de la fase de grupos hizo realidad el sueño. Ezaki Badou, el recordado portero del Mallorca, era el capitán de aquel equipo.

Un estilo inconfundible

En esta ocasión ese brazalete lo lleva Romain Saïss, central del Besiktas, uno de los escudos de Walid Regragui, al que puede bautizarse como seleccionador milagro. Un hombre que llegó al cargo hace solo tres meses en sustitución del bosnio Vahid Halilhodzic y que ayer, en rueda de prensa, reconoció su admiración por la España de Luis Enrique. Soltó una frase reveladora: “Siempre que ves la camiseta de España, sabes a lo que va a jugar”. Eso es lo que pretende Luis Enrique, que su equipo tenga un copyright inconfundible desde Buenos Aires a Milán, de Londres a Salzburgo. Y por lo que conocemos al asturiano, lo defenderá gane el título o caiga esta tarde en el primer cruce del campeonato.

Unai volverá a estar en portería por mucho miedo que entrañe su salida de balón (“vamos a seguir jugando desde atrás, eso es lo que nos ha llevado a estar donde estamos”, esgrime el seleccionador), Carvajal será el lateral derecho y Morata el nueve tras mostrar su olfato (tres goles en tres partidos) en la primera fase. En el centro del campo, nada nuevo bajo el sol, con el triplete del Barça como garantía del control del balón. En esa faceta, España cerró la primera fase como la selección con más pases (2.737, con Argentina segunda con 1.992) y mayor precisión (90,9%). Será clave ante una selección muy física con el equilibrio que da Amrabat y el virtuosismo de Boufal o Ziyech, quien además de asociarse en banda derecha con Achraf lidera a Marruecos en oportunidades de gol (7) y conducciones de balón (47). Él es una de las perlas de un equipo ante el que España quiere reivindicar el gusto por el buen juego. Eso es innegociable.

Líderes
Paradas del portero
Asistencias totales
Faltas cometidas
Faltas recibidas
Tarjetas amarillas
Recuperaciones de posesión
Pases por partido
153.7