NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Una manita de realidad

Actualizado a

5-1 en Ipurua. Se dice fácil, pero duele muchísimo. Porque el resultado no se puede considerar exagerado, sino más bien justo. Los azulgranas fueron muy superiores desde la pizarra y en el campo. La primera parte fue un desastre táctico donde los tres centrales se veían superados por los atacantes locales porque el equipo se hacía larguísimo. Los 30 metros entre los defensores y los medioscentros hacían que los pases verticales, muchas veces del mismo Luca Zidane, fueran puñalada tras puñalada para los vallisoletanos con Soriano, Aketxe y Stoichkov disfrutando de espacios para entrar y marcar. El 2-0 al descanso fue la mejor noticia de la primera parte, donde ni los jugadores, ni Pezzolano supieron reaccionar.

El cambio de formación estaba cantado que llegaría tras el paso por los vestuarios dentro de esa regla, absurda, del fútbol de no querer señalar a nadie. Lo cierto es que con 4-4-2, al menos, el Pucela le puso valor y algo de fútbol lo que le valió, inmediatamente, para acortar distancias. La presencia de Cedric liberaba a Sylla. Nada más lejos de la realidad. Pasado el fulgor de la novedad, el Eibar volvió a ser el dueño del partido y con el paso de los minutos empezó a abonar la zona de los extremos, inédita, sorprendentemente, en la primera parte. La debilidad defensiva, la falta de contundencia de los blanquivioletas, fue el terreno perfecto para que los de Etxeberria sembraran con gotas de calidad una goleada justa y merecida que colocan, de nuevo, al técnico y a varios jugadores en la diana.

Lo malo de estos bochornos en viernes es que luego tienes que aguantar con cara de mala leche el resto de la jornada y, encima, llega el partido de Copa el miércoles, en el peor momento, en uno de los peores lugares para ir a jugar al fútbol. Con la enfermería a tope, una plantilla muy corta y un partido muy importante el sábado en Zorrilla ante el Tenerife. La Copa mola, pero ahora mismo no. Porque a las lesiones de Moro, Marcos André y Javi Sánchez, se unieron las de Kenedy, Escudero y Luis Pérez. El brasileño no viajó porque se hizo daño en el último entrenamiento en un muslo y las pruebas dirán la importancia de la lesión, mientras que el vallisoletano, que estaba en el once no salió de inicio, se supone que por molestias también, y el lateral derecho tuvo que salir a la pata coja del campo. Con una plantilla de 21 y seis lesionados, todo hace indicar que algunos de los titulares tendrán que jugar en Ibiza y no podrán rotar. Sí, la plantilla es muy corta.

Total, que el optimismo que se planteó tras el 18 de 21 se vuelve un panorama más bien negro tras el papelón de Ipurua. Así es Valladolid, así es el Real Valladolid. De 0 a 100 y de 100 a 0 con demasiada rapidez.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.