Seis retornos sin rumbo fijo
Los seis jugadores cedidos por el Leganés a otros equipos deberán volver sin saber qué será de ellos, tanto por la incertidumbre del proyecto, como por su rendimiento.
Respira el Leganés con aires de futuro incierto, aunque seguro. Porque la venta del club está encarrilada y (casi) vista para sentencia, pero el desarrollo del proyecto deja dudas en el aire. También procesos indefinidos y retornos colgados de un signo de interrogación. Seis retornos, para ser precisos. Son los futbolistas cedidos que deben volver a la disciplina del club cuando arranque la pretemporada.
Kravets, Avilés y Garrido
Aunque podría darse el caso que alguno tuviera el enésimo nuevo destino sin si quiera enfundarse la zamarra de entreno del Leganés. No sería la primera vez. Ya le sucedió, por ejemplo, a Vasyl Kravets, uno de los nombres más destacados que deberá volver al sur de la capital. El curso pasado también le tocó retornar tras su cesión en el Lech Pozdam polaco, pero no llegó a ejercitarse ni un día porque el club dio prioridad a su adiós.
Fichado del Lugo por dos millones de euros en el mercado invernal de 2019, en el Sporting ha sido un habitual (2.971) hasta revalorizarse levemente. Según Olocip, su valor de mercado ronda los 1,15 milones de euros. Está por ver si Idiakez cuenta con él para un puesto en el que el Leganés busca refuerzos. No sólo para acompañar a Javi Hernández, sino también ante la posible salida del jerezano. Kravets termina contrato en 2023.
No es el único cedido de cierto pedigrí que deberá retornar. Otro es Javier Avilés, perla canterana de los pepineros caído en desgracia de minutos en el curso y medio que se ha ganado el derecho a ser jugador de la primera plantilla. Martí y Garitano no le dieron espacio y Nafti le abrió las puertas de salida. En el Tondela de la Primera Portuguesa (ahora descendido a Segunda) no ha sido jugador recurrente. Más bien lo contrario. Ha disputado apenas 189 minutos. Su valor actual de mercado según la Inteligencia Artificial es de 300.000 euros. Su contrato termina en 2026
Coetáneo de Avilés es Manu Garrido, ariete que Javier Aguirre esgrimió como puntual (pero eficaz) argumento ofensivo en la reanudación de Liga tras la eclosión de la Pandemia en 2020. Pese a ello, engarzó dos cesiones consecutivas allende Butarque. Hércules y UCAM Murcia han sido sus destinos. En ambos sumó cuatro goles en casi los mismos minutos. Un bagaje que invita a pensar que su presencia en el primer equipo del Lega es complicado. Olocip lo tasa en 170.000 euros. Su contrato termina en 2024.
Cedidos sin debut
Casos distintos son los de los otros tres restantes cedidos por cuanto ellos no han tenido ocasión de competir con el Leganés como sus jugadores de pleno derecho. Facu García (22 años) firmó por los blanquiazules cuando tenía apenas 18 años y ha encadenado cuatro cesiones seguidas: AEK Larnaca (dos cesiones), Valencia B y Sabadell han sido sus destinos.
El chico, con contrato en vigor hasta 2023, tiene la esperanza de que, ésta vez sí, sea la ocasión de poder quedarse en el Lega, algo que no consiguió en cursos anteriores, en parte, por su condición de extracomunitario. En Segunda sólo se conceden dos plazas. Una ilusión que se basa, también por la presencia del propio Idiakez en Leganés. Fue durante unos meses su entrenador en el AEK. Olocip lo tasa en 300.000 euros.
Menos opciones parece que podrían tener Josua Mejías y William de Camargo. El primero, central hispano-venezolano, tiene (a priori) mucha competencia en el puesto. Con contrato hasta 2023, en el Beitar Jerusalén tuvo presencia (1.357 minutos) pero sin destacar como, por ejemplo, sí hizo cuando jugó cedido en el Málaga. Y aún así, no llegó a asentarse en el Leganés a su vuelta.
De Camargo, por su parte, tampoco ha llegado a lucir nunca la zamarra del Leganés en competición oficial. Su papel en el Deportivo de la Coruña esta temporada ha sido de altos y bajos con momentos llamativos por su explosividad… y otros en el polo opuesto por falta de regularidad. El brasileño tiene contrato hasta 2023. Tampoco le ayuda a quedarse su condición de extracomunitario.
