Paraschiv, de fichaje estrella a olvidado
Sin minutos en los últimos tres partidos, el futuro del ariete rumano en la Cultural está lleno de sombras. “Aquí nadie espera a nadie”, advierte Ziganda.
La Cultural reconoce un problema ofensivo de calado al que tratará de poner remedio el ‘Cuco’ Ziganda con las herramientas que tiene a su disposición, aunque el técnico ya ha visibilizado determinadas carencias dentro de su plantel. Más allá del espejismo de El Sardinero, donde el cuadro leonés anotó más goles que en el resto de partidos, los números en ataque chirrían. Las cuatro apariciones en casa solo dejaron un tanto a favor y mirando al banco tampoco se ven grandes soluciones, ni siquiera la de uno de los refuerzos más importantes y que ha caído en el olvido.
Dani Paraschiv, el hombre gol de la Cultural, lleva tres jornadas consecutivas sin pisar el terreno de juego. Ni para tratar de remontar frente al Castellón ni para aumentar las opciones en el área rival cuando el pasado lunes el Albacete se quedó veinticinco minutos con un futbolista menos. Se lo pensó mejor Ziganda tras meditar la entrada al campo del rumano, pero prefirió a Manu Justo manteniendo a Sobrino, el ‘9′ titular, sin discusión. Pero el casillero local volvió a quedarse a cero, casi como su número de disparos a portería.
Ziganda no oculta el déficit ofensivo de su equipo, considera que carece de centradores que puedan nutrir a perfiles de delanteros como Paraschiv y, de paso, deja un recado para el rumano: “no ha comenzado bien. Lo sabe él y lo sabemos todos. No pasa nada porque el año va a ser largo y lo importante es que entrenando se vaya encontrando cómodo y cogiendo sensaciones. Tiene que recuperar el nivel y la confianza que tuvo el año pasado a final de temporada en el Oviedo, pero, claro, aquí nadie espera a nadie. Hay que ponerse bien muy rápido. Le vamos a animar, a cuidar, a vamos a prestarle atención y a exigirle, pero luego las oportunidades hay que aprovecharlas”.
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Tras ser titular en las cuatro primeras jornadas, en las que su bagaje fue de un tiro fuera, la llegada de Sobrino dio un vuelco a los planes en la delantera, demarcación en la que Paraschiv debía ser la referencia. Se convirtió en la primera gran apuesta del club con el que mirar a corto y a medio plazo. La cesión desde el Oviedo vino acompañada de una opción de compra próxima a los 700.000 euros con los que la Cultural atisbaba una oportunidad de negocio si el rumano daba el nivel esperado, pero sin goles no hay paraíso.
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