Mariño: “Escribá nos dio tranquilidad y un poco de orden"
El guardameta del Granada repasa con As su presente y pasado antes de medirse a su exequipo, el Almería.
Diego Mariño (Vigo, 1990) pasó un verano muy complicado. Sin equipo al cierre de mercado y tras dos años casi en blanco en Almería, el destino quiso que la lesión de Luca Zidane dejase al Granada cojo en esa posición. Su llegada fue un soplo de aire fresco y, desde que Escribá aterrizó en la ciudad de la Alhambra es intocable bajo palos. En un gran momento de forma, regresa a la que fue su casa.
¿Cómo se encuentra de momento en Granada?
Conociendo poco a poco la ciudad, cuando tenemos algún día libre o alguna tarde para conocer la ciudad. Luego, en el día a día en el equipo, me recibieron desde el primer día muy bien. La verdad que hay un vestuario muy bueno, muy sano. El cuerpo médico, la directiva… todo el mundo es muy abierto, se preocupa de que te facilite las cosas, de que todo vaya bien. Muy contento. Encima, estar jugando, que el equipo vaya ganando, que estemos arriba, donde queremos estar… Pues se juntó un poco toda la situación idónea para estar a día de hoy muy contento y muy feliz.
Parece que lleva toda la vida aquí casi.
Sí, bueno, la verdad que han hecho sentirme uno más tan rápido y me han ayudado a integrarme tan rápido que sí, puede dar sensación y yo me encuentro muy a gusto de que haya sido así.
Vienen de un empate ante el Cádiz un tanto agridulce, pero ocasiones hubo muchas…
Pero no han entrado. Sí, a ver, al principio del partido sabemos que era complicado, sabemos que la situación en la clasificación no dice la realidad, entre comillas, de lo que es el Cádiz. Es un equipo que no va a estar ahí, sino que creemos que al final de temporada va a estar peleando por subir, por plantilla, por jugadores, por calidad de todos. Pero claro, como se dio el partido, creo que hicimos un muy buen partido. Creo que generamos igual ocasiones claras. Sí, generamos muchas ocasiones y muchas llegadas. Quizás, no lo sé ahora mismo, pero puede ser de los partidos que más remates y más ocasiones hayamos creado, al final se te queda un poco ese mal sabor de boca. Porque has generado mucho, has creado muchas ocasiones y al final irte con un empate a cero te puede saber a poco mal. Hay que ser también un poco objetivos, quedarse con que hicimos muy bien las cosas. Seguimos en una línea muy buena y que jugando así, generando tantas ocasiones, lo normal es que ganemos muchos partidos de aquí a final de temporada si hacemos las cosas como el otro día.
¿Qué tal la experiencia en Almería?
Estuve dos años y la verdad que estuve muy a gusto. Me trataron súper bien, en lo personal toda la gente, mi familia y yo estuvimos muy a gusto. Quizás en la deportiva se te queda esa espinita clavada de no haber podido jugar un poquito más o poder haber ayudado más en el equipo en el campo. Pero tengo un gran recuerdo y estoy muy agradecido a toda la gente de allí de Almería por como me trataron y por los dos años buenos que pasé allí.
¿Qué te parece el Almería? Uno de los equipos más potentes.
Sí, ya se sabía a principio de temporada. Cuando te pones a hablar de candidatos, todo el mundo sabe que el claro candidato para ascender y para estar arriba era el Almería. Y no empezó muy bien, pero poco a poco está situándose donde todo el mundo espera que esté y donde seguro que va a estar por la plantilla que tiene, por la calidad de sus jugadores. Vamos con toda ilusión del mundo, de cortarles la racha tan buena que llevan y de hacer nuestro partido. También nosotros somos buenos, sabemos hacer muy bien las cosas e intentaremos ganar el partido allí.
Como portero, si tuvieras que quitar a un ¿Baptistao o Luis Suárez?
Hombre, yo elegiría a los dos, pero si me tengo que quedar con uno, evidentemente ahora mismo, que es el pichichi de LaLiga es Luis Suárez. Es su goleador y si pudiésemos quitarlo, seguro que nuestras posibilidades de ganar crecerían muchísimo. Entonces, si me tiene uno de los dos, por ser el pichichi. Baptistao es buenísimo también. Pero ahora mismo el que el Pichichi es Luis y es el jugador más determinante, pues creo que de la Liga.
¿Cómo se les para?
Pues difícil, ¿no? Difícil porque son tan buenos que en cualquier momento, por muy bien que estés, en cualquier momento te la pueden liar. Entonces creo que tenemos que estar para pararlos. Sobre todo tenerlos lejos de nuestra área. Si podemos quitarles el balón, porque cuanto más tiempo lo tengamos nosotros, ellos menos daño nos van a hacer. Pero sobre todo, intentar no dejarles muchos espacios y que estén lejos de nuestra portería. Sabemos que sus jugadores de arriba son determinantes, que no les hace falta mucho tiempo, mucho espacio, ni muchas ocasiones para meter goles. Creo que tenemos que estar muy concentrados y muy atentos defensivamente todo el partido para minimizar ocasiones.
A nivel personal supongo que habrá sido un verano un tanto complicado, ¿habrá sido difícil?
Sí, un poco, sobre todo la incertidumbre, ¿no? Es largo, pero sobre todo lo que más es que te desesperas. La incertidumbre, el no saber, el estar esperando una llamada, no saber si mañana tienes que coger las maletas e irte para un lado, saber si vas a tener equipo, qué va a aparecer. Es algo tú no puedes controlar. Es verdad que no debe importarte mucho, pero en este caso es muy complicado de llevar. El no saber qué va a pasar mañana. A mi me encanta entrenar, me gusta el día a día y el estar apartado, ver que todo el mundo ya está entrenando, que va a empezar la competición y tú estás en casa preparándote solo y esperando tener equipo, se hace pues largo y complicado. También fue una etapa que hasta ahora nunca me había tocado vivir, que muchos compañeros lo comentaban, ellos ya lo habían vivido. Entonces pues intentaban ayudar y aconsejar. Fue una etapa este año nueva para mí, que nunca me había sucedido. Nunca había podido afrontarla, es diferente y difícil, pero por suerte se acabó y este es un sitio perfecto idóneo para poder hacer lo que más me gusta.
¿Qué sintió cuando vio que se cerró el mercado invernal y no tenía equipo? Porque no es lo mismo para un portero, es una posición que se tiene cerrada pronto.
Sí, sobre todo más lo segundo. No porque se cierre el mercado, sino la posición. Porque es verdad que el puesto de portero es muy específico y es lo que primero que casi todos los equipos cierran. Y es lo que dices, ya prácticamente cuando cierra el mercado es verdad que siempre para los jugadores libres es más fácil. Luego siempre hay dos, tres semanas que se mueve mucho el mercado de jugadores libres. Y ya perdemos opciones, pero lo que dices, los jugadores de campo, en el portero es verdad que es más complicado porque es lo primero que se cierra y hay dos, tres y que solo pueden jugar en esa posición. Es como un jugador que puedes jugarlo en varias posiciones, puedes adaptarlo, entonces es lo más difícil.
¿Cuándo le llamó el Granada?
Estaba sin equipo y porque tenía unas ganas locas de jugar, de estar en un equipo. Y luego por ser de Granada, ¿cómo le vas a decir que no a Granada? Que es un equipo con un campo increíble, con una afición increíble, que es un recién descendido. Y, a priori, normalmente los tres descendidos son los candidatos, los que tienen que estar ahí arriba. Y eso es lo que influye. Es una temporada ilusionante, hay muchos objetivos y muchas ganas de hacerlo bien. Y también, sobre todo, por la plantilla que tenía. Veía la plantilla, los jugadores y pensaba ‘que es un equipazo’. Y luego cuando llegas aquí ves que es la realidad de los jugadores. Y dices que este equipo es muy motivante y muy ilusionante, este reto. Ni me lo pensé.
¿Cuánto tiempo le hacía falta para poder jugar y coger ritmo cuando fichó?
Las dos primeras semanas creo que sí eran necesarias, no venía a estar parado, venía de entrenar, además, muy duro, pero me faltaba el campo. Había trabajado muy poco en el campo porque es que mi posición es muy difícil entrenar solo. Si eres jugador puedes hacer series, puedes dar velocidad, puedes trabajar tiros a puerta, aunque no tengas portero, puedes tocar balón. El portero es muy específico y requiere primero tener un entrenador que sepa entrenarte y que te pueda hacer ejercicios de campo. Y que luego nunca vas a tener, al estar solo, la incertidumbre del tiro de los compañeros, del jugar un partido. Entonces es difícil, pero había que entrenar, sobre todo mucho la parcela física. Sabía que el físico lo tenía, que iba a estar bien. Pero me faltaba el ritmo de la pelota, el meterte en la colocación, en la toma de decisión. Llevo muchos años jugando mucho y haciendo lo mismo, sabía que eso rápido lo iba a coger y así fue. Es verdad que, no te voy a engañar, los primeros cuatro o cinco entrenamientos de la primera semana fueron complicados porque están todos ya a nivel de competición, llevan dos o tres meses entrenando y vienes desde muy abajo en el sentido, no físico, pero sí de ritmo de juego de competición. Sabía que son dos semanas, que ya iba a estar, no iba a estar como ellos, pero sí iba a estar un poquito más cerca de estar un poco al nivel que se requiere el posicionamiento
Un inicio en Granada complicado, con cambio de entrenador, las cosas que no funcionaban, malos resultados…
Sí, sí, fue todo un poco locura. Llego desubicado, tengo que ubicarme en la ciudad, en el equipo, conocer a los jugadores, entrenador, manera de jugar. Luego también tengo que pensar en mí, en ponerme bien, en estar atento en los entrenamientos, ponerme bien físicamente. Y justo al poco tiempo, cambio de entrenador, que las cosas no estaban funcionando. Entonces sí que fue, en las dos primeras semanas, un poco de locura. Llegas nuevo y esperas un poco de tranquilidad, solo tú tener que centrarte en lo que es el integrante en el equipo y en conocer el equipo y ponerte bien, a tono para poder estar rápido con el equipo. Pero claro, ahí se juntó todo lo otro que dices. Entonces sí que fue un poco de locura, pero es fútbol, pasa aquí, pasa en otros sitios, me ha pasado. Es algo a lo que, entre comillas, estamos acostumbrados y que creo quizás tengo más experiencia y lo sé gestionar.
¿Qué aportó Escribá desde su llegada?
Una manera diferente de ver el fútbol, de entenderlo, de hacer las cosas en el campo. Ni mejor ni peor que la otra. Conceptos totalmente diferentes que, visto lo visto y quizás es ventajista, pues igual venga mejor lo que hemos hecho con Escribá que lo que hacíamos antes. Pero ya te digo que no es ni mejor ni peor. Es, como se dice vulgarmente, viéndolo con el periódico del lunes. Escribá nos ha traído más tranquilidad, un poquito más de orden, de cada uno hacer las cosas desde su posición y no tanto intercambiar posiciones, ir a otras posiciones. Cada uno en su sitio, con cierto orden, haciendo cosas más básicas. Y al equipo, a los hechos me remito, lo cogió muy rápido y quizá le haya venido mejor eso. Ya te digo, no es ni mejor lo de ahora ni peor lo de antes, o viceversa, sino que al equipo lo entendió mejor de una manera o le vino mejor de esta manera. Los resultados están saliendo mejor.
Y a nivel personal le doy mucha confianza desde el primer día.
Sí, por supuesto, lo decía en una rueda de prensa hace unas semanas, no hay mayor confianza que te ha podido dar un entrenador que te ponga a jugar. Y para mí eso no lo es todo, pero es muchísimo, que confíen en ti para ponerte. Desde el primer día que llegó el míster, desde la primera jornada me puso y creo que las cosas están saliendo bien. Creo que me estoy encontrando muy bien, estoy ayudando al equipo cuando toca. Y que siga así, no puedo decir otra cosa, que siga esta dinámica que estamos llevando, que creo que es la buena y es el buen camino.
La plaga de lesiones en defensa no han permitido que hubiera continuidad en sus compañeros, como portero, ¿le afecta?
No, a mí no, no te afecta. Te podría afectar cuando hay mucha diferencia entre los dos o tres que juegan a los que no, en cuanto a nivel. Pero aquí no afecta porque es que creo que tenemos seis centrales con Óscar de mucho nivel. Creo que no se nota tanto, no hay uno que esté muy por encima del otro, ni ninguno muy por debajo. Eso también es muy bueno para la competencia en la plantilla y para el nivel del equipo, que no se note cuando falta uno o tenga que jugar otro. Ya te digo que para mí no lo estoy notando, el cambio porque el nivel de todos nuestros centrales es muy bueno. Entonces sé que juegue quien juegue va a estar a un nivel alto. Eso al portero le da mucha confianza.
¿Y el cambio de sistema con tres centrales?
Sí te cambia, pero a nivel futbolístico. En la salida de balón, no es lo mismo con dos o con tres. Cuando el equipo se posiciona defensivamente, las órdenes o el lugar que tiene que ocupar cada uno pues es diferente. Eso es lo que practicamos, es una herramienta. Pero quitando eso, no me cambia mucho, son sistemas que los equipos van usando dependiendo, por los jugadores que tengas disponibles, dependiendo del rival que tengas delante. Lo importante es tenerlo trabajado, que todo el mundo sepa lo que hay que hacer dependiendo del sistema, tanto ofensivamente como no defensivamente. Pero ya una vez que lo sabes, no te cambia nada. A alguien le puede gustar más jugar con cuatro, con cinco, o con un delantero, con dos. Eso ya es fútbol y lo que crea cada uno. Pero a mí lo que me preguntas personalmente no me cambia, no me afecta.
¿Cómo se trabajan las desconexiones?
Pues lo primero sabiendo por qué pasa eso, viendo qué es lo que ha pasado, analizándolo y subiendo el nivel de atención y de concentración. Si sabemos que tenemos que estar 90 minutos concentrados para que las cosas salga bien y no encajar goles o defender bien, porque encajar goles muchas veces no es estar bien, hay un rival que también juega y también hace las cosas bien, pero si es necesario estar 90 minutos, hay que estar 90 minutos, no 85. Entonces, poco a poco, entre todos, ayudándonos. Si ves que algún compañero se despistado, volviendo a meterlo en el partido, creo que es un trabajo de todos. Siendo conscientes y luego reconociendo que lo que nos pasa.
¿Cómo empezó en el fútbol?
Porque era lo que me gustaba, desde pequeño mis padres dicen que siempre estaba con una pelota, desde que empecé a andar, siempre jugando con la pelota, mi juguete preferido era la pelota, me regalaban pues muñecos o juegos o tal y así como lo habría, jugaba un día, se quedaban nuevos y guardados y lo que hacía todo el día era estar con la pelota y en cuanto tuve edad de poder meterme en un equipo, empecé.
¿Y cómo acabaste de portero?
No había portero porque de pequeño jugabas todo. Al principio solo entrenas, no compites y ya cuando teníamos la de competir no había nadie que se quisiese ponerse de portero. Como se me daba un poco bien todo, jugar de portero y daba la casualidad de que era el más alto, me dijeron si me quería poner y me puse los primeros partidos, me gustó y ya de ahí me quedé para siempre.
Con 13 años se fue al Villarreal, ¿cómo es salir tan pronto de casa?
Una apuesta arriesgada, una decisión difícil, pero lo tenía muy claro, tenía muy claro lo que quería hacer, lo que me gustaba y también tuve la suerte que en mi familia saben, hacían deporte desde pequeños y compitieron y sabían lo que era eso. Fue una decisión muy fácil, era una oportunidad que no podía dejar escapar. Podía salir bien o salir mal, era muy pequeño, muy pronto y no sabía lo que podía deparar, pero era algo que tenía que probar o intentar. Y en cuanto salió la oportunidad, por allí me fui. Y a día de hoy no puedo decir que haya sido una mala decisión.
¿Fue difícil separarse de la familia tan joven?
Sí, es complicado, porque salir de la zona de confort, cuando lo tienes todo en casa, me refiero que tienes tus padres que ‘entre comillas’ te hacen todo, tienes tus amigos, tu vida, tu colegio, tus compañeros de equipo, entonces claro, es un cambio. Además me fui y no es que estuviese cerca, me fui a la otra punta España. Sabía que iba a ver poco a mis padres y a mi familia, pero sí que fue difícil. No te voy a decir que la toma de decisión fue difícil, porque es verdad que lo tenía claro, pero es verdad que al principio es difícil porque pasas de que te hagan todo, ya no hablo sino de comidas o todo eso, sino de, yo qué sé, tienes que ir al banco, tienes que renovar el carné, tienes que hacer cosas de la vida cotidiana. Tienes que empezar a buscarte la vida y aprender por ti mismo. Es una experiencia nueva, tienes que madurar mucho más rápido. Es otra manera diferente de madurar.
No le fue nada mal, acabó siento internacional e incluso jugó unos Juegos Olímpicos en Londres 2012.
Sí, la verdad que por eso te decía antes que no me arrepiento, sino al contrario, que creo que fue un acierto irme para allí. Desde que llegué, empecé a jugar con jugadores y con entrenadores de más nivel, que los que puedes tener en el equipo del barrio. Cosas que te enseñan que a lo mejor nunca hubiese visto si no me hubiese ido allí. Vas mejorando. Fui quemando etapas, subiendo hasta el fútbol profesional. Los Juegos, como experiencia increíble. Es verdad que no nos fue bien, porque éramos uno de los candidatos a mínimo hacer medalla por el equipo que teníamos y al final no pasamos de grupo, nos fue muy mal, no estuvimos al nivel, pero como experiencia... Es verdad que el fútbol no estabas en la Villa Olímpica. sino que te ibas moviendo en varios sitios. Entonces, claro, no tenías el tiempo en la villa olímpica, sólo cuando fue la inauguración, que eso fue increíble. Luego es verdad que parece que es un torneo típico de selecciones Europeo o Mundial, que vas a jugar por ahí, porque al no estar compartiendo lo que todo el mundo habla de una villa olímpica con todos los deportistas, todo el aura que rodea a todo eso. No fue del todo gratificante, por lo menos tuvimos esos dos, tres días, la oportunidad de poder estar en la Villa Olímpica y eso que nos llevamos, una experiencia increíble.
¿En qué porteros se fijabas?
Me fijé mucho porque era cuando crecí en Buffon y en Casillas. Era mis iconos, los que más me gustaban, mis preferidos y en los que intentabas copiar entre comillas. Tuve buenos espejos para poder aprender y fijarse.
El playoff es muy complicado.
Creo que, y se ha visto, el playoff es casi un estado de ánimo. El estado de ánimo del que llegues, del que te encuentres en los últimos ocho u diez partidos, porque al final es verdad que aunque llegues, si estás todo el año se te puede hacer pesado y puedes llegar muy preparado, si no igual más pensando en que se acaba la temporada. Y normalmente por eso los equipos que casi todos los años o los últimos años suben son los que llegan al último tramo con una buena dinámica y con buenos resultados. Entonces pienso que se influye mucho, sobre todo para el playoff, el estado de ánimo en el que llegues al tramo final de temporada.
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