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EL PROTAGONISTA DE LA JORNADA

Manu Fuster, el mago viste de blanco

El atacante valenciano está de dulce con cinco goles, dos en dos partidos seguidos, y su varita hace las delicias del Albacete.

Manu Fuster
Josema Moreno

Manu Fuster se ha ganado un hueco en los corazones del Albacete Balompié. El futbolista valenciano llegó a un lugar de La Mancha sin apenas hacer ruido procedente del Guijuelo en 2019 y desde entonces ha prestado su magia en la montaña rusa por la que ha pasado el Alba en las últimas temporadas: una salvación agónica, un descenso con billete de vuelta a Segunda y una entrada en playoff.

El ‘10′, dorsal de Fuster, no es mera casualidad, su 1,69 le hace tener un centro de gravedad bajo con el que controlar la pelota y dirigir los ataques del equipo que entrena Rubén Albés. Su polivalencia le lleva a poder jugar detrás del punta o en el costado izquierdo, posición en la que mejor ha rendido. A ello añade el sacrificio que hace en tareas defensivas para controlar la pelota e iniciar la jugada. Fuster ha desplegado su fútbol en 172 partidos con el Albacete, de los que 130 han sido en Segunda y el resto se reparten entre Copa del Rey y Primera RFEF.

El gol y la clase corren por las venas de Fuster. Suma cinco goles esta temporada con los que el Alba se aleja a cinco puntos del descenso, dos de sus dianas han sido en los dos últimos encuentros, un tanto y una asistencia ante el Racing Ferrol, y el segundo gol de la victoria ante el Villarreal B. En total ha celebrado 31 goles con la entidad manchega. En su primera temporada, la 19/20, su presencia sumaba puntos e hizo cuatro tantos en un equipo que sufrió para salvarse hasta que Maikel Mesa marcó el penalti frente al Cádiz. Tres puntos con los que se alzó por encima de clubes de la entidad del Deportivo o la Ponferradina. Su peor temporada coincidió con el ‘annus horribilis’ del Albacete que le llevó a la categoría de bronce y sólo participó en cuatro goles: dos tantos y dos asistencias, pero Fuster no se bajó del barco y lideró al Albacete en el año en el infierno de la antigua Segunda B. Sus 12 dianas y dos asistencias contribuyeron a que el Alba culminara el ascenso el día del Riazorazo frente al Depor. La magia volvía al fútbol profesional y de qué manera. Ocho goles y seis asistencias fueron su contribución a un Albacete que soñó con el ascenso al entrar en playoff y que acabó hecho trizas por el Levante. A sus 26 años y con contrato hasta 2025, queda magia de Fuster para rato.

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