Llega el 33º retador a la Maldición de Felines
Guillermo Fernández Romo intentará completar dos campañas seguidas en el banquillo racinguista. 32 lo intentaron antes que él desde que lo logró en 1992 la leyenda rayista
La Maldición de Felines. Uno de los clásicos del verano racinguista. Solo de los buenos veranos racinguistas, tras un éxito, porque tras las numerosas campañas acabadas en fracaso ni tan siquiera ha habido opción. Guillermo Fernández Romo es el 33º entrenador que va a intentar lograr lo que alcanzó Felix Bardera, Felines, entre 1990 y 1992: completar dos temporadas seguidas en el banquillo de El Sardinero. Desde que tras lograr la permanencia en Segunda se marchara el que fuera gran extremo en el Rayo Vallecano, lo han intentado 32 entrenadores. El primero de todos ellos Paquito, que pese a lograr el ascenso a Primera no fue renovado. Esa decisión ya adelantaba lo difícil que lo tienen los técnicos para durar en el banquillo verdiblanco.
El último en encontrarse en una posición análoga a la que ahora vive Guillermo Fernández Romo, a punto de comenzar su segunda pretemporada tras conseguir un ascenso a Segunda fue Iván Ania. El técnico asturiano fue protagonista, tras quedar primero de su grupo, del ascenso que se certificó ante el Atlético Baleares en la 18/19, pero la confianza de los dirigentes del club solo duró 15 jornadas, hasta el empate (2-2) ante la Ponferradina en El Sardinero. Con el Racing penúltimo, a dos puntos de la salvación, Ania fue destituido y sucumbió a la Maldición de Felines. Y el equipo, que descendió, también.
La historia de Romo y la de Felines en el Racing guarda ciertas similitudes. Ambos salieron del fútbol madrileño, aunque Felines nació en Pedro Bernardo, Ávila, y Romo es de familia talaverana, y llegaron al Racing justo después de una temporada traumática y con el único objetivo de ascender a la primera. Y lo lograron. Ambos, además, entrenaron a dos jóvenes de la familia Torre: Felines a Esteban y Romo a su hijo Pablo. El simpatiquísimo exextremo rayista dejó al Racing 10º en Segunda, pero él se fue al Rayo, en Primera, y el Racing contrató a Paquito, que ascendió a la máxima categoría. Felines, eso sí, tenía una larguísima trayectoria como jugador en el Rayo Vallecano, donde aun hoy es leyenda, mientras que Romo es entrenador casi desde su más tierna infancia.
De los 32 técnicos que han pasado por El Sardinero entre uno y otro, no todos salieron por decisión del club, aunque sí la mayoría. Irureta, Marcelino o Portugal, por ejemplo, se fueron por elección propia, al elegir otras ofertas, y Manolo Preciado, rara avis, dimitió en dos ocasiones: en una para no trabajar a las órdenes directas (nunca mejor dicho) de Dmitry Piterman (2002/03) y en otra por los malos resultados (2005/06). En ambos casos, el Racing acabó consiguiendo la permanencia.