La plantilla de Las Palmas responde bien a las exigencias del club
“Ahora les toca a ellos”, insistían en los despachos de Las Palmas, que advierten: “Este es un proyecto que conlleva varios años de cambios. Sabíamos que hacía falta tiempo”.
Cuatro años después, Las Palmas lidera la clasificación de Segunda División. Dicha posición de privilegio, alicatada en apenas cinco jornadas, confirma la tendencia al alza de un equipo que, entre el final del curso pasado y el comienzo del actual, acumula 16 partidos de liga sin perder, acaso números que descartan cualquier tipo de azar o casualidad en su brillante posición actual.
“Hay que confirmarlo todo día a día. Este es un proyecto que conlleva varios años de cambios y para el que asumíamos que necesitábamos tiempo”, confirman en AS desde el corazón de la entidad. Los despachos de Las Palmas, además, se habían marcado el objetivo de mantener al menos al 80% por ciento del grupo que protagonizó esa homérica remontada de hace unos meses con destino a los playoff (nueve victorias y dos empates en las últimas 11 jornadas), acometiendo las renovaciones de pilares básicos como Valles, Sergi Cardona, Curbelo o el codiciado Moleiro, a quien el Barcelona no le quita ojo de encima, traspaso frustrado el suyo por aquello del límite salarial azulgrana.
De tanto que le gusta Gran Canaria, contrato y ofertas varias a un lado, también se sabía que Jonathan Viera, el futbolista más importante de la categoría, seguía, imposible pensar en el ascenso sin él. Para acompañarle en este nuevo intento de ascenso llegaron futbolistas como Andone, Sandro y, por supuesto, Vitolo, estando estos dos últimos a la espera de debutar por sus problemas físicos. “Ahora les toca a ellos”, afirmaba uno de los principales gestores del club, en referencia a una plantilla de garantías, tras el cierre del mercado estival. “Cerramos todas las operaciones que teníamos en mente para reforzarnos”, añade la fuente. Una de ellas, la de Marc Cardona, ha sorprendido a propios y extraños: cuatro goles, pichichi de la categoría junto a Myrto Uzuni.
Unión.
Cunde en el seno de Las Palmas una notable sensación de unión. “Lo que más nos enorgullece es que la gente está enganchada y reconoce al equipo. Una de las cosas por las que trabajamos es para generar esa empatía con jugadores y cuerpo técnico, algo que repercute en todo el club. Se respira un clima de mucha unión en cada partido, no solo en la Isla”, añaden desde dentro. Así, tanto ante el Andorra como como contra el Leganés se dejaron ver más de 19.000 personas en el Estadio de Gran Canaria (19.223 y 19.090, respectivamente”.
Sus jefes instan a la plantilla “a seguir creciendo jornada a jornada” y a no dejarse llevar “por una categoría engañosa”. Se pide, además, “estabilidad emocional”. Y así, pulgada a pulgada, se ha confirmado este asalto de Las Palmas a los cielos de Segunda División. Queda otro escalón, desde luego el más importante. El domingo, en el Sardinero, el líder puede dar otro pasito más.