La pizarra de Idiakez se fortalece
El triunfo ante el Cartagena tuvo mucho de autor tanto por la alineación blanquiazul, como por los cambios. El técnico sale reforzado del triunfo no sólo por el resultado.
El triunfo del Leganés ante el Cartagena (1-2) también acaparó focos en el banquillo pepinero. Si ante el Albacete la derrota blanquiazul dejó tocado al preparador guipuzcoano, lo conseguido en el Cartagonova sirve para reforzar a un técnico clave con sus decisiones en el triunfo tanto en la alineación, como en las sustituciones. Fueron llamativas pero eficaces para resolver los primeros tres puntos lejos de la temporada, suficientes para abandonar el farolillo rojo e inyectar esperanza en el ánimo de una plantilla tocada anímicamente.
La firma del preparador se dejó notar en muchas decisiones. Por ejemplo, en el retorno a la defensa de tres centrales, mecanismo con el que se logró el otro triunfo del curso (ante el Eibar), pero que se abandonó después de que la salida ante Las Palmas no tuviera buen resultado. En el Gran Canaria se perdió 1-0 pese a gozar de momentos de buen fútbol.
Retoques atrás…
Ante el Cartagena, Idiakez apostó esta fórmula con relevantes movimientos en la zaga. Nyom (hasta ahora -casi- intocable) le dejó su vacante a Omeruo. Sergio González debutó de titular. Ambos, Omeruo y Sergio, desplegaron un buen encuentro. El primero, no sólo para hacer el primer gol del Leganés en el partido, sino también para blindar los alrededores del área de Riesgo. Con cuatro despejes, tres intercepciones, una entrada ganada y ninguna entrada perdida, la ración de banquillo a la que lo había sometido Imanol en jornadas precedentes parece ser que sentaron bien al internacional nigeriano.
También cumplió a buen nivel Sergio González. El madrileño no concedió errores dramáticos como era costumbre en la zaga pepinera en la mayoría de partidos allende Butarque. Aunque su porcentaje de acierto en el pase fue relativamente bajo (72%) la manera en la que resolvió con rotundidad situaciones de presión en la salida evitó robos cercanos al área pepinera, uno de los puntos débil en anteriores partidos y origen de goles como el de Huesca o Las Palmas.
… mejoras arriba
A todo ello, también se dejó notar la mano de Idiakez en el once con la presencia de Juan Muñoz junto a Arnáiz. Pese a que ninguno de los dos ejerce como ‘9′, desplegaron un buen desarrollo ofensivo con algunas jugadas de riesgo importantes, a veces paradas con faltas (Arnáiz sigue siendo cazado con frecuencia), otras desbaratadas con buenas paradas, como la que le sacó Aarón a Juan Muñoz en la primera parte. El utrerano, lejos de venirse a bajo, encontró premio con el remate de primeras con el que hizo el 1-2, tanto que sirve para consolidarlo como una alternativa interesante a los arietes puros que tiene el técnico. A saber: Qasmi, Parzyszek y Manu Garrido.
Cambios vitales
Pero más allá de estas decisiones, donde se notó más la mano de Idiakez fue con los relevos. Primero, no agotó como en anteriores duelos ningún relevo al descanso, sino que esperó a que el duelo se desarrollase. La salida de Nyom y Vico por los titulares Cissé y Josema también fue clave. La primera decisión dotó de potencial aéreo a la zaga que mitigó los ataques cartageneros sin restarle presencia ofensiva. De hecho Nyom se marcó la jugada del 1-2 con una buena carrera y centro lateral, la asistencia a Juan Muñoz.
Además, ante un desdibujado Josema en defensa (por su costado nació la jugada del 1-0 del Cartagena) Idiakez se inventó la solución de usar a Miramón de carrilero zurdo. A pierna cambiada el maño frenó los ataques del Cartagena y aunque no se lució en ataque, sí ejerció bien en la retaguardia.
Ya en el tramo final, y con el partido a punto de cerrarse, Idiakez sorprendió con dos cambios que también se desplegaron eficaces. Avilés y Parzyszek, extremo y delantero centro respectivamente, salieron al campo por Omeruo (un central) y Juan Muñoz (delantero), con lo que el Lega se desplegó con un carrilero veloz (Avilés ejerció por ese costado tras la reubicación de Nyom como central) y un ariete capaz de retener la pelota que en un par de contras estuvieron a punto de generar situaciones para el 1-3.
Cierto es que la “suerte” como Idiakez mismo definió la resolución favorable del VAR en la última jugada, ayudó al equipo a resolver el triunfo, pero la victoria pepinera tuvo mucho de aportación desde un banquillo que, tras el pitido final, resopla mucho más aliviado.