La afición muestra su frustración con el Racing de Ferrol
La derrota contra el Burgos registró la peor entrada de la temporada y colmó la paciencia del racinguismo. La amenaza del descenso es una realidad con el equipo a 14 puntos de la salvación.

La permanencia es una utopía para el Racing de Ferrol. A pesar de que todavía restan 13 partidos por delante, una distancia de 14 puntos, pone excesivamente difícil la reacción de un equipo completamente hundido. La bola extra que significaba para el club el partido aplazado contra el Burgos como último hilo de vida para soñar con la permanencia, no sirvió para nada positivo, sino para encender todavía más a una afición que ya ha dicho basta.
El ambiente del choque fue de desapego con la peor entrada de la temporada, que llevó a estar presente en A Malata a un total de 4.484 espectadores. Durante el partido el equipo no dio con su juego razones para poder enchufar a la grada, que prácticamente cuando se llegaba a los minutos de añadido y después del pitido final, mostró su enfado tras una nueva derrota de su club. En los focos de las protestas de los aficionados estuvieron centrados cánticos a la plantilla con el “jugadores mercenarios” o al director general y deportivo dedicándole un “Mouriz vete ya”.
Lo cierto es que el enfado de la afición es más que en entendible. El Racing de Ferrol tan sólo ha conseguido ganar cuatro partidos esta temporada con sólo uno de ellos ante su público en A Malata. La presente campaña, en ningún momento, el equipo ha mostrado argumentos suficientes como para ser un candidato real a abandonar los puestos de descenso. De hecho, en las 29 jornadas disputadas, el conjunto ferrolano ha estado en la zona roja durante 26 y suma actualmente cinco derrotas consecutivas después de caer ante el Burgos (0-1).
Lo más frustrante de una temporada para olvidar es que todavía restan 13 jornadas por delante. La amplia distancia con la salvación hace que sea una quimera poder creer en una reacción de un equipo con carencias graves a nivel ofensivo y también defensivo. La resignación se ha instalado en una afición que ya tiene prácticamente asumido en su mayor parte el descenso de categoría, que dos años después, devolverá al Racing de Ferrol a Primera RFEF.
Este desencanto por parte de la grada es algo que se palpa en el vestuario y que el propio Alejandro Menéndez comentó al término del enfrentamiento crucial ante el Burgos. “Soy realista. Estamos todos que nos tiramos de los pelos. El vestuario también está muy tocado. Es normal que la afición esté enfadada. Existe un sentimiento, una ilusión y quiere que el equipo gane. La dificultad es máxima, pero mañana sale el sol y hay que seguir trabajando. Tenemos que empezar a trabajar el partido del Granada y luego el del Eibar. Así todas las semanas para pelear hasta el final”, comentó el técnico de Racing de Ferrol ante una afición hastiada y desencantada con su equipo.
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