Juan Muñoz: “Se hizo bien en aguantar a Idiakez, ahora se ve”
El delantero del Leganés exuda felicidad. Por fin se ha asentado como pieza clave de un proyecto que cree en él. Era su objetivo: tener continuidad y ser importante. Se lo debe a su entrenador.
Juan Muñoz (Sevilla, 27 años) vive su mejor momento en el Leganés. Atrás quedó ser delantero de oportunidades errantes. Ahora ejerce de fijo. Y golea. Capitán con hambre de más, siempre agradecido. Especialmente a Idiakez. El guipuzcoano confía en él como ‘9′ y algo más. Fe tozuda que lo ha transformado en un fijo. Ya era hora. Aterrizó en Leganés en 2019 y desde entonces ha dado tumbos.
Primero, cedido al Almería. Pellegrino no le hizo hueco en su bloque de Primera. Luego, como fijo discontinuo con el retorno a Segunda. Estaba… pero como si no. Ha sido este curso cuando por fin se ha asentado. Admite que esa regularidad le da la vida. Y no piensa más allá. Porque Juan, añade, lo ha pasado mal. Su carrera es buena, pero ha sufrido mucho para llegar donde está. Ahora aspira a seguir igual. Y lo que llegue, llegará. ¿Ascenso a Primera? “En abril veremos. Ilusión por las nubes… pero los pies en el suelo”, cuenta.
¿Cómo está?
Contento… feliz… Llevo ya cuatro años aquí. Lo que quería. Asentarme. Se ha hecho de rogar ver al Juan Muñoz que yo llevo tiempo trabajando. Estoy feliz y contento por lo que estamos haciendo en lo individual y en lo colectivo. Por la trayectoria.
Está apenas a tres partidos de igualar su récord de minutos con el Leganés en una temporada completa…
Cualquier futbolista necesita minutos. Partidos. Y fallar, como delantero, tres ocasiones y que te pongan en el próximo partido. Es la única manera de estar tranquilo. De saber que tendrás más oportunidades. Y eso se ha dado. He luchado y trabajado. Ha llegado este cuerpo técnico, este míster, que apuesta por mí. Me da la confianza que necesito. Feliz de poder agradecérselo con goles y, sobre todo, con esa ayuda al equipo…
Minutos… ¿y algo más? ¿Cómo es el trato en privado?
Es un tío que entiende muy bien el fútbol y al futbolista. Eso se nota. Sabe que somos personas. Conmigo se lleva muy bien. El trato es cercano. Ayuda. Él lo dice. Nos dará confianza, pero nosotros también debemos devolverle esa confianza para hacer buen grupo.
Ya, pero a usted en concreto, cuando las fallaba… ¿qué le decía?
Fue claro desde el primer día. Me dijo que me había visto en temporadas anteriores. Que había tenido el rol de segundo delantero en otras temporadas. Pero Imanol quería como delantero centro. De ‘9′. Que me aclarara las ideas. Que lo tuviera claro. Y que estuviera tranquilo. Que el gol llegaría. Y mientras, me pedía ese trabajo de presión, de recibir en la media, entre centrales y medio centro. Hacer más de lo que hacía estos años. No sólo meter gol.
Y eso es clave…
Sí, porque aunque no metas gol, haces otro trabajo que él valora.
Lo tenía fácil porque usted nunca fue un delantero fijo…
Está claro. Me gusta el buen fútbol. El de toque, el de asociarme. No estar cada 20 minutos sin tocar un balón. Me aburro.
¿Le costó adaptarse, ejercer de ‘9′?
Yo toda mi vida he jugado de ‘9′, la verdad. En las inferiores del Sevilla era un ‘9′, cuando subí al primer equipo, igual. En otros equipos también… Pero todo cambió en Almería. Guti me puso de segundo punta y ahí comenzó a cambiar todo… Ahí me di cuenta de lo que me gustaba: asociarme y llegar al área.
Guti le pidió ser Guti…
¡Guardando las distancias! (Risas) Sí, decía que me veía en los entrenamientos con capacidad para hacer esa función. Darwin Núñez jugaba de punta y yo por detrás…
Darwin Núñez… poca artillería aquella…
Y nos complementábamos muy bien. Él hacía unas cosas en la delantera y yo otras. Hacíamos buena pareja. Desde entonces me di cuenta que no era sólo un delantero al uso. Ahora Imanol me ve con capacidad para hacer las dos cosas a la vez… y me pone. Que yo lo que quiero es jugar.
Me gusta el buen fútbol. El de toque, el de asociarme. No estar cada 20 minutos sin rascar un balón. Me aburro.
Dice la Inteligencia Artificial que la mejor delantera para este Leganés es la de Arnáiz y Juan Muñoz…
Mira tú…
Una delantera totalmente distinta a aquella con Darwin Núñez. Arnáiz es más rollo extremo…
Son muchas cosas para que funcionemos bien. Lo primero, la idea del míster, que es lo fundamental. Con José me complemento bien porque es muy diferente: rápido, veloz, con un gran uno contra uno. Pero al espacio va bien. Yo jugando a la espalda leo bien el fútbol y encontramos bien huecos a la espalda. Ojalá dure.
¿Se lleva bien fuera del campo? ¿Es necesario para carburar dentro?
Bueno… el que me conoce sabe que yo no me llevo mal con nadie. Es difícil. Pero sí, claro que tiene que ver. José es de los más veteranos. Llevamos tiempo. Sé como juega. Con la mirada sé lo que él quiere y a la inversa…
¿Temió por el cese de Idiakez?
No lo piensas… eso es cosa de club. Nosotros no entramos. Pero a mí me gusta su idea de fútbol. Una de las cosas que se han hecho muy bien fue aguantar al míster en los momentos complicados. Se están dando los resultados. Un entrenador, un jugador, un club necesitan tiempo. Ha salido bien.
Pero Idiakez también cambió su forma de jugar. No ha sido cabezón…
Está claro. Se nota que es un gran profesional precisamente por eso. Estudia el fútbol. Sabe bien gestionar cada situación. De puertas para adentro aquí han pasado muchas cosas. Es normal. En la jornada 9 llevábamos 4 puntos… Es jodido gestionar algo así. Y lo ha hecho bien. Además, el club lo ha arropado. Ahora se ve el resultado. Lo fácil habría sido echarlo, borrón y cuenta nueva.
¿Se nota la mano del psicólogo?
Yo nunca lo había visto implantado con regularidad en Leganés. Fue un cambio. De golpe vino Carlos Rey y se quedó en el día a día. Está muy bien. Cada jugador tiene su profesional, pero que haya aquí alguien para ayudarte está muy bien.
¿Usted tiene coach?
Sí yo estuve trabajando en el Sevilla, en las inferiores, un coach. Estaba en Madrid. Cada poco tiempo yo viajaba aquí y hablaba con él. Ayuda tener una persona que no se mete en tu manera de pensar, sino que te da su punto de vista, herramientas para trabajar. Y con Carlos es clave tenerlo aquí día a día…
¿Por?
Porque somos personas antes que futbolistas. A lo mejor vienes un día, te ha pasado algo en lo personal, y aquí encuentras a un profesional con el que puedes hablarlo. Está muy bien.
Tener un psicólogo a diario en el club está muy bien. Porque somos personas antes que futbolistas. A lo mejor vienes un día, te ha pasado algo en lo personal, y aquí encuentras a un profesional con el que puedes hablarlo.
Hablando de temas emocionales, ahora usted es capitán. ¿Se siente empoderado?
No siento presión. Al menos de la mala. Es una motivación, digámoslo así. Soy de los más veteranos. Me gusta ayudar a los compañeros. Era un reto. El entrenador nos lo propuso, nos propuso ser cinco capitanes, y para mí fue una alegría grande. Yo fui capitán en las inferiores del Sevilla, pero como no he puesto el ‘huevo’ mucho tiempo en un equipo salvo aquí, pues nunca había tenido esa ocasión. Estoy feliz.
Capitán con sólo 27 años… es usted un jovenzuelo…
A que sí…
Quizá la gente piensa que es mayor porque tiene usted una carrera plagada de equipos…
Jo, si te cuento la última…
Por favor…
En el campo del Villarreal B empezaron a gritarme desde la grada que me retirara, que estaba muy viejo. Y yo los miraba en plan: “¿Pero cómo quieres que me retire? Que sólo tengo 27 años...” (Risas).
Eso es la barba…
Y que empecé a jugar muy joven, con sólo 17 años. Y he jugado en muchos equipos. Es verdad. Parece que tengo 33 años… la cara no me ayuda, pero lo llevo bien (Risas). Pero estoy contento. Mi carrera ha sido larga. He podido vivir más cosas malas que buenas, pero estoy feliz.
La capitanía este año es rara. Mancomunada entre cinco personas.
Lo hablamos los cinco, sí. A ver… el primer capitán siempre sería el más ‘antiguo’, por así decirlo: Omeruo. Luego estoy yo y luego Arnáiz. Pero sí acordamos que aunque fuéramos cinco, lo más importante sería el club. Los compañeros. Y está bien porque a veces con un solo capitán, si no tienes feeling como compañero… no puedes hablar con nadie más. Siendo cinco, es más fácil que un jugador se acerque, si no es a uno, a otro, a compartirle sus reflexiones, sus problemas…
Dice que usted es el segundo capitán, pero Arnáiz llegó antes.
Sí, a José le correspondía ser el segundo capitán, pero dijo que quería ser el tercero. Me decidió el puesto.
Su récord de goles con el Leganés una campaña son cinco. En segunda, 13 con el Alcorcón. ¿Se apuesta algo a que los iguala?
Ojalá pueda meter trece… pero no me marco metas. Voy paso a paso. Le doy valor a cada día. Casi a cada entrenamiento.
Más calmado con esa mentalidad.
Sí, sí… Cuando empiezas en fútbol profesional sí que te marcas esos límites… pero te comes la cabeza. Mejor ayudar al equipo.
Acordamos que fuéramos cinco, capitanes todos iguales. Y está bien porque a veces con un solo capitán, si no tienes feeling como compañero… no puedes hablar con nadie más. Siendo cinco, es más fácil que un jugador se acerque, si no es a uno, a otro, a compartirle sus reflexiones, sus problemas…
El club está buscando ‘9′ para el mercado. ¿Le afecta?
A ver, obviamente te enteras de todo. Aunque no lo leas, al final alguien te lo manda. Yo estoy tranquilo. Si viene alguien a aportar, bienvenido sea. Faltaría más.
A usted, ¿le gustaría renovar? Termina contrato el 30 de junio…
No he hablado nada con nadie. Termino este año. Pero voy día a día. Después de todo lo que he pasado… pufff… Ahora que saco la cabeza y empiezo a jugar, no voy más allá. No hablo de renovaciones, ofertas…
¿Eso distrae?
Bueno… sí… por mucho que queramos. Si te hablan, te escriben, te llaman, lees… por mucho que quieras, no es que te distraigas… pero piensas en algo en lo que no puedes hacer nada. Así que lo saco de mi vida, me dedico a lo que tengo que hacer y ya está. Cuando nos tengamos que sentar, lo hablaremos.
Nafti decía que competir con el mercado abierto “es una mierda”.
Claro. Es que somos personas, repito. Lees una noticia que te llega… y te influye. Pero al final tratas de centrarte.
Hablando de mercado, dicen que Txema Indias, el director deportivo, ha sido clave en el apoyo diario.
De puertas para afuera se ve lo que se ve. La gente tiene una imagen del director deportivo. Que trabaja de mercado a mercado y ya está. No es así. Txema es súper cercano. Es persona y lo antepone en tu trato. Ve personas, no sólo jugadores. A mí personalmente me ha ayudado mucho. Apostó mucho por mí. Le tengo cariño especial. Me ha ayudado mucho cuando lo estaba pasando mal. Tener un director deportivo que esté contigo a diario, que desayune contigo, que te pregunte por tu familia, por las vacaciones, por tu vida…
¿No aprieta?
Hace lo que debe. No es de los que te dice qué tal y lo siguiente es apretarte para que rindas más. Sabe los momentos de cada jugador. Eso no se ve, pero es bueno que se sepa. Txema hace un gran trabajo de mucho más: vestuario, trabajadores, club…
Usted que conoció a Monchi, ¿en eso se le parece?
Sí, sí... es verdad. Es muy personal y cercano. Monchi lo ha vivido como jugador y sabe que es clave en el día a día. Pero no sólo le pasa con un jugador: con un utillero, con un fisio, con la gente de prensa… Que mantengas esa normalidad con un jugador es importante…
¿Cómo normalidad? ¿Les deberían tratar diferente?
No, no, al contrario. Y esa es la esencia del Leganés. Somos jugadores, sí. Cada uno sabe el rol que tiene en el club, lo sabemos. Pero todos nos ayudamos a todos. Da igual ese estatus. Da armonía. Y eso impresiona. Que alguien con tanto poder como un director deportivo te trate con cercanía, ayuda mucho.
Txema Indias es súper cercano. Es persona y lo antepone en tu trato. Ve personas, no sólo jugadores. A mí personalmente me ha ayudado mucho cuando lo estaba pasando mal. Tener un director deportivo que esté contigo a diario, que desayune contigo, que te pregunte por tu familia, por las vacaciones, por tu vida… En eso se parece a Monchi
Y con Luhnow, el nuevo presi… ¿qué tal?
No viene tanto por aquí, pero ha venido un par de veces. Y habla. Es cercano. Nos ha transmitido tranquilidad y calma. La sensación personal es muy buena.
¿Su espinita clavada es asentarse en Primera?
Primero quería asentarme en un equipo. Ya ves mi trayectoria. He vivido de todo… más cosas malas que buenas…
Está repitiendo mucho eso de que lo ha pasado peor que mejor…
Es que es verdad, es que no me escondo en decirlo.
¡Pero si su carrera es magnífica!
No, no… a ver, que no me quejo. Pero me ha costado arrancar como jugador profesional. En Zaragoza me tuve que ir a los seis meses. En el Levante conseguí un ascenso, pero no terminaba de jugar… digo sentirme a gusto. De consolidarme. No tener que decir que el año siguiente toca otra mudanza. Eso lo digo mucho. Llevo ya un millón de mudanzas.
En Leganés, pocas.
Sí, es verdad. Estoy tranquilo. Es mi cuarto año. Y lo de la espinita… bueno… sí… claro que te gustaría jugar en Primera… y me gustaría subir con el Leganés, pero estoy contento con la carrera que tengo.
¿Se puede soñar con el Lega?
Bueno… el primer año fue una lástima. El año pasado tuvimos opciones de aspirar al playoff pese al mal inicio. Bueno… vamos a ver. No sabemos qué pasará. La ilusión está por la nubes, pero los pie en la tierra. En abril veremos.
Cómo va a estar contento si hasta tiene una calle en el centro de Leganés.
(Risas) Un gustazo.
¿Ha estado alguna vez?
¡No, no! He visto fotos e incluso me regalaron desde el club una placa de la calle. La tengo en casa. Me gustaría ir algún día a conocerla.
En lo personal está todo yendo viento en popa: boda, hijo a la vista.
Sí. Y eso ayuda. Vuelvo a lo de antes. Somos primero personas. Y en ese espacio estoy feliz. Llevo mucho tiempo con mi mujer, me he casado, está embarazada, que nos hacía ilusión ser padres. Eso enlaza con lo profesional. Cuanto mejor estás en lo personal, mejor estás en el trabajo.