Idiákez, ¿revolución o continuidad?
La derrota ante el Ibiza apunta a momento de inflexión. La anterior remontada pepinera se basó en un cambio de sistema y equipo. El entrenador, poco dado ahora a los cambios.
La derrota del Leganés ante el Ibiza ha encendido alertas en Butarque. Por caer ante el ex colista, por hacerlo en casa donde no se perdía desde el 2 de octubre y por suponer un potencial punto de inflexión en medio de una racha (7 puntos de 24 posibles) que recuerda a la que se sufrió en las primeras ocho jornadas del campeonato. Justo antes de la remontada. Aquella eclosión blanquiazul (29 puntos de 42 posibles, el mejor equipo entre la 9ª y la 22ª jornada) tuvo algo de reinvención blanquiazul.
Imanol Idiakez agitó la coctelera de su pizarra para dar con la fórmula de la gasolina pepinera. Ahora, para repetir proceso (necesita una cosecha similar de puntos para soñar con los playoff), el técnico tendrá de nuevo que apostar por un nuevo cambio radical o por la continuidad de un bloque que apenas ha tocado desde encontró la senda de la excelencia.
Los 14 hombres de Imanol
El entrenador guipuzcoano es en verdad hombre poco dado a modificaciones de alineaciones. La base de este equipo es una ancha columna vertebral sin apenas grietas de la que suelen entrar y salir siempre los mismos hombres. A saber, siete jugadores superan los 1.900 minutos en Liga. En orden de mayor a menor participación, Arnáiz, Jorge Sáenz, Miramón, Nyom, Undabarrena, Riesgo y Sergio González.
Después emerge un segundo escalón con más de 1.200 minutos integrado por seis hombres: Juan Muñoz, Dani Raba, Rubén Pardo, Gaku, Cissé y Fede Vico. A ellos se podría unir Enric Franquesa, que ya suma 625 minutos pese a llegar en el mercado invernal. El lateral cedido por le Levante ya es un fijo en los planes de Idiakez. En resumen: catorce jugadores para jugarlo casi todo. Pero no siempre fue así.
Idiakez, en la búsqueda de una fórmula de juego, repartió oportunidades en un inicio donde las rotaciones mandaron. Hasta que en Cartagena ante el Cartagena el preparador apostó por la que ha sido desde entonces su fórmula habitual de juego: un 5-3-2 con modificaciones puntuales, pero habitualmente sobre la marcha, esto es, durante los partidos. De inicio sólo ha desplegado en momentos puntuales un 4-4-2 siempre forzado por las bajas, especialmente en defensa. Además, aquella tarde en Murcia empezó a dar presencia a jugadores entonces casi inéditos (Sergio González, Asier Riesgo…).
Tendencia a la continuidad
Con este cóctel de precedentes y teniendo en cuenta que el técnico ha insistido en las últimas semanas que el Leganés no estaba sufriendo una crisis de rendimiento, sino como mucho, un bache de resultados, la duda de si desplegará en La Romareda ante el Real Zaragoza una revolución o un plan continuista apunta más a una solución de lo segundo que a una opción de lo primero, con potenciales modificaciones en la medular o la delantera, pero seguramente del paquete de 14 futbolistas con los que más cuenta el técnico.
Cissé, Rubén Pardo y Fede Vico podrían tener espacio en la media. Arriba, es donde más picante puede tener su decisión con dos puestos para cuatro potenciales ocupantes: Arnáiz (de regreso tras sanción), Juan Muñoz (suplente tras cumplir ciclo de tarjetas) como habituales y máximos goleadores y Karrikaburu (fichaje estrella del mercado invernal) y Narváez como opositores a los puestos. Sólo un cambio será sí o sí obligatorio. Jorge Sáenz vio la décima cartulina del curso y deberá cumplir ciclo en la Romareda. Omeruo, salvo sorpresa, debería ser el recambio.