Hongla, una de cal y otra de arena

El Granada acabó en Albacete con su mala dinámica como forastero gracias a su victoria por 0-2. Uno de los grandes protagonistas de ese encuentro fue Martín Hongla (Yaoundé, Camerún, 1998). El mediocentro marcó el segundo gol de los rojiblancos y dejó un gran despliegue físico durante los 88 minutos que estuvo sobre el terreno de juego. Uno de sus mejores partidos esta temporada con la horizontal rojiblanca, precisamente, cuando no tuvo que actuar de pivote posicional.

El camerunés lleva una temporada muy irregular, capaz de lo mejor y lo peor durante el mismo partido. Puedo anotar un golazo inverosímil como tener un error grotesco que cuesta un gol en contra. Hongla pasa del cielo al infierno en cuestión de minutos. El Cádiz, hace cuatro partidos, cometió un error garrafal que costó el tanto de los gaditanos.

Aquel día, Escribá señaló claramente al centrocampista después de que un mal pase suyo al portero acabase en el tanto cadista: "A un jugador se le ocurre hacer una chorrada de esas y pierdes el partido. “La explicación la tiene que dar él, para mí es inexplicable que un futbolista haga eso, más allá de que este es un deporte de aciertos y errores. Pero hay errores que no me entran en la cabeza, que son inaceptables, sobre todo cuando el daño es colectivo. Ahora que va con Camerún, que lo haga tres veces si le apetece, pero con nosotros que no vuelva a hacer esas“.

Después de aquello, Hongla se fue con su selección y no pudo jugar ni en la victoria contra el Oviedo en Los Cármenes y una semana después en Tenerife, ya que llegó el jueves con el equipo jugando el viernes. Frente al Almería con la sanción de Sergio Ruiz por acumulación de amarillas, Hongla volvía al once.

Frente a los indálicos cuajó un buen partido. Serio, sin demasiado protagonismo, pero ayudando en la medular a Gonzalo Villar para poder ganar a los almerienses. Un partido de aprobado en el que trabajó bien a nivel defensivo y llegó al área contraria.

Esta semana volvía Sergio Ruiz y con él Escribá tenía mucho que elegir en el centro del campo. Con el camerunés y el cántabro como mediocentros más defensivos y Gonzalo Villar y Trigueros como creativos. El técnico decidió juntar a Hongla y Ruiz dejando a Villar por delante como enganche. La fórmula funcionó bien, sobre todo, por un cambio sustancial: Sergio Ruiz fue el jugador más posicional.

Hongla, aunque en línea con Ruiz, tenía más libertad a la hora de ir al ataque y menos responsabilidad defensiva que el cántabro, que fue el encargado de guardar el sitio e impedir las transiciones manchegas. De hecho, para Escribá esta fue una de las claves de la victoria y reconoció que el camerunés sin esa responsabilidad mejora mucho sus prestaciones.

“Tácticamente no es un ancla, porque tiene mucha potencia, incluso en su selección juega ahí y Sergio eso lo hace mejor. Acertamos poniendo a Sergio de pivote, lo que me cabrea es las veces que lo hice al revés que me equivoqué pero eso ya no me sirve”, explicó el valenciano, que parece haber quedado satisfecho con este doble pivote de cara al futuro.

Intocable

Lo cierto es que desde que regresó a Granada, Martín Hongla se ha convertido en una pieza fundamental. Tanto el pasado curso tras aterrizar en el mercado invernal como esta temporada ya sea con Abascal o con Escribá.

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De hecho, Hongla ha jugado 26 partidos, 22 de ellos como titular. Se ha perdido ocho partidos ya sea por sanción o selección, mientras que en dos se quedó en el banquillo. Desde ahí ha salido al campo en cuatro ocasiones, dos por decisión técnica, otras dos volviendo de selecciones. En total, 1.960 minutos con tres goles y una asistencia.

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