Garitano y el ‘expediente’ Bojan Kovacevic

Las victorias hacen que todo se vea de otra manera. También las derrotas. Por ello, la visita del pasado fin de semana al Carlos Belmonte hizo daño a un Cádiz que tiene que fijar un rumbo. Aunque este tiene tintes de no luchar ni por estar arriba ni por descender, todo puede pasar y más en la Liga Hypermotion. Descifrando esa derrota, hay movimientos que implantó Garitano el pasado domingo que no se entendieron del todo.

Juzgar para mal a un técnico que ha devuelto algo de ilusión y ha encadenado diez partidos sin perder sería injusto. Pero no es baladí que los dos últimos partidos del equipo no han sido, en líneas generales, positivos. Por ello, hay dudas que surgen con un técnico que ha sido pragmático desde su llegada. Una de esas dudas es alguna suplencia de Kovacevic.

Aunque el técnico es claro y conciso cada vez que es preguntado por alguna modificación, es cierto que el césped no avala al vizcaíno cuando coloca a Fali en el verde. La derrota del fin de semana dejó claro que el central no está ni mucho menos al nivel que debería, sumado a un Víctor Chust que tampoco tuvo su tarde. Siendo titular de nuevo en detrimento del serbio, hubo momentos que evidenciaron que Chust está más cómodo y refugiado con Bojan.

Desde que el joven central comenzó a entrar en el once cuando dirigía al equipo Paco López, la mejoría de su pareja es clara. Y es que el ex del Real Madrid ha mejorado considerablemente junto a un futbolista que se ha convertido en escudero. Fijándonos en características, el serbio es rápido, contudente por arriba y abarca más campo cuando toca correr hacia detrás. Claro ejemplo de esto se vio en la expulsión de Fali, donde Víctor Chust fue el que inicio aquella jugada tan catastrófica en el Belmonte.

Por ello, la explicación de su ausencia en el once el pasado domingo la tiene Garitano. Y, seguro, con motivos de peso, porque él trabaja cada semana con los jugadores. No obstante, a veces hay piezas que no han de moverse por el bien del colectivo. A pesar de que la titularidad de Kovacevic no hubiese evitado una debacle amarilla en Albacete, es importante recalcar que en estos dos últimos partidos no se ha estado tan acertado desde el banquillo.

Ahora, solo queda esperar al próximo fin de semana. Con un doble derbi andaluz en el horizonte, será momento para evaluar si este bache se prolonga en el tiempo o es una simple piedra en el camino. Lo que está claro, es que la montaña rusa de emociones que regala el Cádiz en estos últimos meses debe frenar por el bien del aficionado amarillo.

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