Fabrício da un paso atrás
El delantero brasileño lleva tres partidos seguidos en el banquillo, sin participar ni un solo minuto desde la eliminación copera frente al Pontevedra.
Tras irrumpir con fuerza la temporada pasada en el Levante, Fabrício Santos ha dado un paso atrás en el que tenía que ser su año de confirmación. El delantero brasileño lleva tres partidos seguidos en el banquillo, sin participar ni un solo minuto desde la eliminación copera frente al Pontevedra e incluso Julián Calero le dio un toque de atención en la previa del partido frente al Mirandés. Es el único delantero que todavía no ha marcado, pasando a ser el último de la fila en el ataque granota.
“Lo de Fabri es una cuestión suya, ni más ni menos. Él tiene una capacidad, una calidad y un desborde que no lo tenemos en el equipo. Las condiciones de Fabri no abundan, pero tienen que sacarlas. Si le das diez minutos, tiene que sacarlas para el día siguiente pedirme 20, al otro 45 y luego llamar a la puerta de la titularidad”, aseguraba Calero preguntado por el brasileño.
Fabrício comenzó la pretemporada como un jugador importante, siendo titular en los primeros partidos de preparación jugando por la izquierda en el tridente ofensivo de Calero, con Morales en punta y Brugué a pierna cambiada en la derecha. Sin embargo, una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda que sufrió a principios del mes de agosto le alejó del equipo en el arranque de la temporada.
El brasileño se perdió los primeros siete partidos por su lesión y fue entrando poco a poco en el equipo. Hasta el momento no ha sido titular en Liga, y tan solo ha completado los 90 minutos en la sonrojante eliminación copera frente al Pontevedra. Desde aquel partido, no ha vuelto a disputar minuto alguno.
Mientras, su competencia en ataque sigue sumando y él es el único delantero que todavía no ha marcado. Iván Romero lleva cinco goles; Morales, Espí y Brugué, cuatro; mientras que Carlos Álvarez suma tres, los mismos que Giorgi Kochorashvili.
Hasta el momento, Fabrício tan solo suma 117 minutos ligueros, 207 teniendo en cuenta los 90 de Copa del Rey, y ha pasado de ser un jugador determinante a ser el último de la fila en la parcela ofensiva. Sus repetidas lesiones musculares le han arrebatado su diferencial potencia en carrera, quizá por miedo a una nueva recaída, y desde entonces se ve a un jugador de capa caída.
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