El Racing de Ferrol no se encuentra a domicilio
El conjunto gallego no gana lejos de A Malata desde el 28 de enero, cuando superó al Sporting (1-2). Desde entonces, tan solo consiguió sumar un punto en Albacete.
Existen grandes diferencias cuando el Racing de Ferrol juega en su feudo a cuando lo tiene que hacer fuera. En los últimos tiempos, cada vez que el equipo juega lejos de A Malata, se diluye y muestra una versión muy alejada a la que permite sumar puntos en esta categoría. Desde el pasado 28 de enero, que consiguió ganar al Sporting en El Molinón (1-2), su trayectoria de visitante se resume en tan solo un empate en cinco partidos, que están empañados por cuatro derrotas decepcionantes.
La escuadra que dirige Cristóbal Parralo muestra síntomas repetitivos cada vez que juega de visitante. Suele ser habitual que el rival sea superior en la primera parte y, con muy poco, son capaces de dejar el partido encarrilado. Se pudo ver el pasado viernes ante el Amorebieta con un 2-0 al descanso, idéntico resultado que también se escenificó en Burgos y Elda. Hay muy poco que llevarse a la boca de forma dulce cuando el Racing pone sobre la mesa su versión como visitante que choca con el papel del equipo en A Malata en donde ha sumado pleno de triunfos en los últimos dos encuentros.
Los números no engañan en este sentido. En la segunda vuelta como visitante el equipo acumula 4 puntos de 18 posibles lejos de Ferrol. Ganó al Sporting (1-2), perdió en Burgos (2-0), contra el Eldense (2-0), Cartagena (2-1), empató en Albacete (1-1) y cayó ante el Amorebieta (3-1). Cifras pírricas a domicilio que no son suficientes para el reto que se marca la plantilla de terminar la temporada de la mejor forma y lo más arriba posible.
Derrotas que duelen
En las ocasiones que el Racing de Ferrol ha caído a domicilio afecta más la forma que la propia derrota. El equipo muestra una versión sin la intensidad suficiente que el rival pone en la contienda, comete errores evitables en defensa que dejan entrever falta de concentración y de entendimiento que se suman a una línea ofensiva sin la maldad exigida para poder hincarle el diente a su rival. Se trata de un factor común que el Racing evidenció sobre todo en las visitas a Burgos, Eldense y la última al Amorebieta.
Ante el Cartagena mostró una versión mejor con buenos tramos de partido, aunque errores groseros en defensa le terminaron costando los tres puntos que tenía en su bolsillo con el tanto inicial de Pinchi. Albacete fue un oasis en medio del desierto que vive el Racing como visitante, siendo mejor que los manchegos y teniendo la oportunidad de ganar con dos penaltis errados. En el vestuario conocen la teoría como señaló Cubero tras el descalabro en Lezama. “En esta categoría si no vamos con la intensidad que demandan los partidos, vamos a pasarlo mal y nos van a pasar por encima”. Ahora el Racing debe llevar estas palabras a la práctica en dos semanas ante el Villarreal B, porque el factor y la versión A Malata, ha sido muy diferente y más convincente a la versión que el equipo demuestra cada vez que pone un pie lejos de su estadio.
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