Stoichkov, el pistolero está de vuelta
El delantero del Granada vio puerta en su primera titularidad tras regresar a Segunda después de seis meses en el Alavés.
El pistolero esta de vuelta. Un obrero del fútbol que regresó a la categoría de plata para conseguir otra vez ascender, como hizo con el Mallorca en su debut en Segunda. Juan Diego Molina, más conocido como Stoichkov (San Roque, Cádiz, 1993), llegó a Granada en este mercado invernal después de no tener las oportunidades que quería en Primera con el Alavés. Y en su primera titularidad dejó un golazo para el recuerdo. El gaditano cogió el balón en la frontal del área escorado a la izquierda, se hizo hueco y mandó el esférico a la escuadra. Un tanto que allanaba el camino del conjunto nazarí a la victoria en Elda.
Stoichkov ha marcado ya 76 goles en Segunda. No ha tenido una carrera fácil y se ha ganado su fama a base de perforar la portería contraria. Como un pistolero. Entre todas las categorías suma 102 tantos. A sus 31 años aún tiene hambre de más y en Granada ha encontrado la oportunidad de reencontrarse. Porque no le ha sido fácil llegar a la élite.
No fue hasta los 25 años cuando debutó en Segunda. El delantero se fue forjando un nombre en Segunda B después de pasar por las categorías inferiores del Espanyol. Cacereño, el Europa de Gibraltar y tres temporadas en la Balompédica Linense antes de que el Mallorca se fijase en él. Le fichó para Segunda y ayudó al ascenso del conjunto bermellón, pero allí no tenía sitio.
Salió cedido, primero al Alcorcón y después al Sabadell marcando 28 goles en una temporada y media. Después desembarcó en Eibar, donde encontró su mejor versión. En su primera temporada anotó 21 tantos. Estuvo dos temporadas más con 25 tantos entre ambas campañas y, por fin, le llegó la oportunidad de Primera.
Se fue al Alavés a cambio de un millón de euros. Sin embargo, en Vitoria no ha tenido continuidad. Jugó 17 partidos, sólo siete de titular, con 780 minutos en total. Su sueño de debutar en Primera había llegado, pero no consiguió marcar. Stoichkov quería más y en Granada se lo daban.
El apodo
Si algo peculiar tiene Stoichkov es, precisamente, su nombre futbolístico. El gaditano se llama en realidad Juan Diego Molina Martínez, pero su padre siempre quiso que se llamase como el famoso jugador búlgaro del Barcelona.
Stoichkov, el búlgaro, marcó una época en la Ciudad Condal, donde el padre de Juan Diego tenía un bar. Un día entró en el local su ídolo, el jugador del Barcelona, que entabló una conversación con él. El padre de Juan Diego le dijo que si tenía un hijo se llamaría como él, Stoichkov.
Sin embargo, su madre no estaba de acuerdo en que fuera su nombre real y se quedó con Juan Diego Molina Martínez, pero su padre le llamaba Stoichkov y con ese apodo siempre jugó al fútbol. Rápido, con carácter y gol tiene rasgos del húngaro.
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