El declive del Racing de Ferrol cumple un año
El mes de febrero en 2024 fue el comienzo de una mala racha de resultados que no parece tener fin en el club ferrolano. La amenaza del descenso es ahora una realidad.
El Racing de Ferrol vive una temporada realmente convulsa. Los resultados no llegan y el equipo, a pesar de cambiar de entrenador, sigue presentando las mismas lagunas que antaño. Después de caer de forma estrepitosa contra el Mirandés (4-1), el sueño de la permanencia comienza a diluirse al ver que la distancia crece hasta los 11 puntos de diferencia. Evidentemente hasta que las matemáticas no digan lo contrario, el conjunto ferrolano tiene todavía oportunidades por delante para revertir la situación, pero no existen razones de peso para creer en que es posible una respuesta milagrosa de una plantilla con demasiadas carencias.
El tétrico momento deportivo que atraviesa el Racing de Ferrol es un camino que se lleva labrando desde más allá del pasado verano. Concretamente, en febrero de 2024 la escuadra verde comenzó a dar síntomas realmente preocupantes. La primera vuelta tras el regreso a Segunda fue sobresaliente, el equipo funcionaba como el engranaje de un reloj suizo, sólido atrás y letal en sus labores ofensivas. Carlos Vicente fue vendido al Alavés y a pesar de ello, el grupo consiguió ganar en El Molinón (1-2) en enero y mantenerse en los puestos más altos en la tabla sin contar ya con su mejor jugador en la plantilla.
Las carencias no pudieron taparse en febrero de esa misma temporada, después de ver imágenes tétricas tanto en la visita al Burgos (2-0) como ante el Eldense (2-0). Dos derrotas en las que el Racing de Ferrol mostró una versión apática, débil y sin soluciones desde el banquillo para detectar lo que estaba ocurriendo. La buena situación en la tabla después de una excelsa primera vuelta, no encendía las alarmas en un equipo que terminó la segunda parte del campeonato con números de descenso, tan sólo 22 puntos cosechados, pero que sirvieron para cumplir holgadamente el objetivo primordial de la permanencia.
Cambios fallidos
El Racing de Ferrol apostó por continuar con Cristóbal Parralo al frente del banquillo y metió sobre todo la tijera en la plantilla. Hasta 15 cambios, unos obligados como el de Iker Losada vendido al Betis o Jesús Bernal que rechazó la propuesta de renovación de los gallegos para firmar en el Sporting. Otros jugadores como Jon García o Heber ansiaban su continuidad, pero el club optó por otras vías. Los cambios en el equipo empeoraron de forma notable las capacidades de la plantilla en la que se pretendía igualar o mejorar el décimo puesto conseguido en el regreso a Segunda.
Pronto comenzaron a relucir síntomas que recordaban a la segunda mitad del pasado ejercicio con falta de cohesión, concentración y carencias en una idea de juego que no casaba entre el entrenador y las piezas que conforman el equipo. El club mantuvo a Cristóbal Parralo en el banquillo a pesar de recibir diversas goleadas a lo largo de toda la temporada, lo ratificó en el cargo el 26 de diciembre y dos semanas más tarde prescindió de sus servicios tras el bochorno en Santander (6-0). El mercado de invierno tapó algunos parches, pero a pesar de los cuatro refuerzos en la plantilla y la llegada de Alejandro Menéndez como nuevo entrenador, el Racing de Ferrol sigue sumido en una espiral que no cambia desde hace un año con la amenaza real de consumar el descenso a Primera RFEF.
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