El Andorra mata al final
Los de Sarabia han marcado el 71% de los goles en la segunda mitad. Nadie marca más a partir del 75′
Las estadísticas a veces son fruto de la casualidad, del azar, pero muchas otras explican perfectamente un fenómeno evidente. Y que el Andorra haya marcado el 71 por ciento de sus goles en la segunda mitad no es ninguna casualidad. Tampoco que sea el equipo que más goles ha sumado (porcentualmente) entre el 75 y el final del partido. Los de Sarabia controlan, trabajan y maduran el partido hasta que encuentran su oportunidad para marcar, y así lo reflejan las estadísticas.
Para el equipo con más posesión de la categoría (virtualmente empatado con Las Palmas) es normal que los goles tarden en llegar. Porque los rivales acostumbran a plantear una defensa bastante retrasada, pero sobre todo porque correr detrás del balón desgasta. Y eso es lo que consigue el Andorra. Tocar y tocar hasta desgastar lo suficiente al rival para que se abra un espacio o comentan un error de concentración. Así pues, el 38 por ciento de los goles del equipo han llegado a partir del minuto 75, un dato que no tiene igual en la categoría.
El desgaste físico del rival es, más que probablemente, la causa de estos números del Andorra. Porque prácticamente ningún equipo cambia a un defensa, pero casi siempre lo hace con los delanteros. Bundu es el mejor ejemplo. Un futbolista que sale del banquillo, fresco, y que hace mucho daño a los rivales con su punta de velocidad. Y no solo él. Muchas veces es Bakis quien aparece desde el banquillo, pues si algo ha demostrado Sarabia es que es capaz de rotar a todos los hombres de la plantilla