Dos calculadoras y mucho azufre
Leganés y Huesca se miden aferrados a cábalas de victorias que espanten el fantasma del descenso, aunque sólo el Huesca lo podría conseguir de forma matemática. Ambientazo en Butarque.
El Leganés se ha acostumbrado a vivir en este tramo final de temporada en un déjà vu de pánicos que jamás terminan. El miedo siempre retorna, da igual los resultados que se consigan, y siempre con la misma cantinela, una tonada triste en forma de descenso que, amenazante, emerge sólo seis puntos por debajo en la clasificación. Un día de la marmota sin fin. La condena al sufrimiento convertida en rutina. Ni el cambio de entrenador ha servido más que para frenar levemente una crisis (16 puntos de 51 posibles en lo que llevamos de 2023) que, de no ganar hoy al Huesca (Butarque, 18:30, sigue el partido en directo en AS.com), podría envolver La Avenida de los Once Leones de una neblina mezcla de fantasmas del pasado (aquel descenso de 2004) y un fuerte tufillo a infernal azufre
Las cuentas son sencillas: la victoria del Leganés mantendría, como mal menor, la distancia con el Málaga, equipo que marca la frontera del pozo y que visita a la Ponferradina, otro equipo enmarañado en la búsqueda de la permanencia. Esto es: seis puntos con nueve aún por jugarse. En el mejor de los escenarios para el Lega (triunfo pepinero, derrota malagueña) la distancia quedaría ampliada a nueve puntos, pero no sería aún salvación matemática porque los andaluces le tienen ganado el goal average particular en virtud de aquel ridículo gol que encajó el Leganés en La Rosaleda en el 94′, cuando ya lanzados al ataque, Riesgo subió a rematar un córner y lo cogieron en paños menores.
El escenario más sombrío (perder ante el Huesca y que el Málaga ganara) sería un tsunami de palpitaciones para la parroquia madrileña, que vería como el descenso quedaría a tiro de un triunfo (tres puntos) con un calendario horrible aún por delante: dos visitas complejas a Burgos y Granada y un partido en casa ante el pegajoso y académico Andorra en la penúltima jornada. Una calculadora como marcador de constantes vitales. Insólito para este proyecto reconstruido en enero sólo para buscar el playoff de ascenso. Camino paralelo al que debería haber seguido su rival hoy, un Huesca también cincelado para el Olimpo y ahora enfrascado en evitar la barcaza de Caronte.
Matemática simple, triunfo complejo
Para el equipo de Ziganda las cuentas son todavía más sencillas. Con apenas dos puntos más que su rival, sólo necesita ganar para dejar sentenciada una salvación que podría ser matemática si los aragoneses asaltan Butarque y el Málaga pierde en Ponferrada. La ecuación suena fácil de no ser porque este equipo no vence allende El Alcoraz desde octubre de 2022, cuando asaltaron Oviedo. Un triunfo y ocho empates de 19 salidas es bagaje pobre para un equipo que, en una hipotética clasificación sólo con los resultados visitantes, sería tercero por la cola, sólo un puesto por debajo del Leganés.
En cambio, los pepineros serían el décimo mejor local del campeonato. Butarque es la esperanza. Hoy pintará ambientazo con amenaza de récord en la categoría en los 25 años de vida del hogar pepinero: 9.003 espectadores es el tope vigente. “Yo sabía que responderían”, vaticinaba ayer Carlos Martínez en sala de prensa. El extremeño se juega sus opciones de seguir en el cargo en función de cuán brillante sea su rush final.
Reto para el que hoy suma tres centuriones caídos por la fatiga muscular en los últimos encuentros: Arnaiz (8 goles), Raba (4 goles) y Undabarrena (pilar en la media) retornarán a las lista. Con Juan Muñoz como única baja, lo normal es que el técnico dibuje un once similar al de las últimas jornadas, con alma más vertical y los propios Raba y Arnaiz como recursos ofensivos de inicio. Ziganda pierde a Joaquín y Carrillo por lesión. Con Juan Carlos y Obeng tocados, Kanté podría ser de la partida hoy en Butarque.
Altas y bajas:
Leganés: Vuelven Raba y Arnáiz. Se cae Juan Muñoz por lesión.
Huesca: Pierde por lesión a Joaquín y Carrillo. Recupera a Valentín y Salvador tras sanción.
As a seguir:
Leganés: Cissé. En los dos últimos partidos el guineano es de lo poco que ha mantenido regularidad y tensión. Al Huesca ya le hizo doblete la pasada temporada.
Huesca: Salvador. Es un pulmón en el centro del campo y volverá tras dos partidos sancionados.
Claves:
Ambientazo. A falta de fútbol, pasión. El Leganés tiene en el empuje de su afición uno de los pocos elementos positivos de esta temporada.
Banda derecha. Valentín y Ratiu son los dos jugadores más peligrosos en ataque del Huesca. Su asociación puede ser determinante.
Tensión. Las dos últimas derrotas del Leganés han llegado por momentos de desconexión de un equipo que se había visto salvado antes de tiempo.
El menos goleador. El Huesca es el equipo de Segunda que menos goles ha marcado de la categoría a domicilio. 10 tantos en 19 partidos.
