Bustinza se despide del Leganés roto en lágrimas rumbo al Málaga
El capitán del Leganés protagoniza un emotivo acto de adiós tras siete años. “Gracias”, su palabra más repetida. Indias, roto a su lado: “Jamás le podremos pagar lo que ha hecho en la sombra”
Unai Bustinza se ha despedido este viernes del Leganés. Error. Porque los grandes nunca se despiden. Se quedan siempre. Estén o no estén. Su recuerdo y ejemplo suelen ser como tatuajes al escudo. Indelebles. A sus 30 años y aún con un año de contrato, Unai lo que hace es que cambia de camiseta (la del Málaga), pero en su corazón seguirá dibujado una pepinera que afloró por toneladas durante la rueda de prensa del adiós. Mejor dicho, del hasta luego.
“Nos quedamos a veces en el envoltorio, pero es que yo soy así, me sale todo de dentro”, confesó un Bustinza que apenas pudo articular palabra en el arranque. Se vio forzado a leer una carta que, por momentos, se hizo difícil de entender. Las lágrimas le tapaban el verbo.
“Llegué en junio de 2015 con un calor asfixiante sin saber dónde me metía. Tenía 23 años, una maleta llena de ilusión y un paraguas, que de poco ha servido porque aquí llover… Han pasado siete años despidiéndome de vosotros siendo padres de familia, tratando de agradeceros lo que hemos vivido juntos. Es un club que este equipo siempre será para mí el club donde crecí como profesional. Siempre agradecido a los que me dieron la oportunidad de este viaje”, inicia una misiva en la que la palabra ‘gracias’ sostuvo todo su contenido.
Gracias a los trabajadores del club y a los directivos. A sus compañeros y a una ciudad que lo ha acogido casi como si de un hijo adoptivo se tratase. “Es muy difícil quedarme con un momento como tal. Siendo jugador del Leganés, he sido padre… si quieres te digo el ascenso… pero hay muchos”, ha respondido aún compungido a propósito de sus siete años como pepinero.
Adiós al último héroe del ascenso
Con él se marcha el único superviviente que quedaba ya del ascenso de 2016 y algo más. “Jamás pensé que me iba a encontrar con un capitán como Bustinza”, ha comentado sentado a su derecha, también roto en llanto, Txema Indias, director deportivo del Leganés. Ambos llegaron a la par. “Ahora separarme de él es duro. Muy duro”, ha insistido Indias. “Lo que ha aportado en la oscuridad y cómo ha transmitido los valores de club a cada persona que entraba en la puerta del vestuario… creo que jamás vamos a poder pagarle de vuelta todo lo que ha aportado al club”, le ha insistido un Indias que le ha abierto las puertas para el retorno. “Ésta siempre será tu casa”.
“¿Volver? Ahora mismo lo veo muy lejano, ni me lo planteo. Sólo pienso en tener una carrera deportiva larga. Luego terminar las carreras universitarias, ver cómo funciona el ámbito laboral, que sólo conocemos lo nuestro… No se me pasa esa cosa por la cabeza. Volver a Leganés y recordar esos momentos el día de mañana será un placer, eso sí”, ha comentado Bustinza sobre su vuelta. El zaguero también ha destacado lo rápido que se llegó a un acuerdo para su salida. “Nos sentamos, valoramos y siempre he dicho que de los sitios, o te vas, o te echan. Estoy contento de todo lo que he vivido aquí. La oportunidad que me ha dado el club de despedirme es única”, reveló.
Se busca capitán
Ahora tocará buscar un reemplazo en la capitanía, algo para lo que Unai no tiene favoritos. “Hay muchos muy capaces en este vestuario de llevar la capitanía bastante mejor que yo seguro. No puedo darte un nombre. No es algo que se elija. Es algo que va surgiendo. Es importante que los compañeros se sientan respaldados”, ha dicho a propósito de su heredero.
Todo en un acto sencillo. Sin alaracas o elementos superfluos. Todo sentimiento. Puro Bustinza concentrado en la sala de prensa de Butarque, donde una decena de invitados (entre ellos, hinchas que quisieron despedirse de su ídolo) rompieron a aplaudir en todas las partes del acto. Inicio, trama y desenlace. Ése en el que Bustinza no escribe un punto y final al Leganés. Sólo un punto y seguido. Las leyendas nunca se marchan.