Antonio Acosta, la mano derecha anónima de Indias en Leganés
El ex del Atlético, Cádiz o Getafe entre otros se ha convertido en la sombra del director deportivo pepinero. Se incorporó hace un año y los cambios en el club han potenciado su papel
Antonio Acosta (Madrid, 51 años) es uno de esos trabajadores que permanece fuera del radar mediático en cualquier club de fútbol, pero que se antoja pieza fundamental en el desempeño diario de sus procesos más importantes. Adjunto a la dirección deportiva del Leganés, este ex internacional sub-21 con carrera en Atlético de Madrid, Cádiz, Logroñés o Getafe entre otros se ha convertido en escudero fundamental de Txema Indias en el nuevo organigrama pepinero.
Con la entrada de Blue Crow Sports y la salida de Felipe Moreno Pavón de la secretaría técnica (hijo de Felipe Moreno y Victoria Pavón, era uno de los dueños del club), Acosta ha crecido en protagonismo hasta convertirse en bastón de apoyo para Indias tanto en lo personal, como en lo profesional. Su fidelidad a Indias, al que conoce desde hace 32 años, junto con su estilo de gestión y forma de ver el fútbol lo ha consolidado en el cargo. Juntos forman un tándem imprescindible para entender el modus operandi del equipo.
Un año de cambios
El camino de Acosta en el Leganés comenzó con una despedida. Hace poco más de un año, en diciembre de 2021, Pablo Rodríguez, uno de los encargados de scouting y análisis de la dirección deportiva, dejó Butarque tras cuatro años para enrolarse en el Wolverhampton de la Premier. Su adiós dejó una vacante que Indias propuso cubrir con Antonio Acosta. Su perfil encajaba en lo que el club buscaba y, de paso, coincidía con los criterios que quería Indias para el cargo, esto es: además de un buen bagaje personal, una persona de altísima confianza y fidelidad con la que ejecutar el trabajo diario.
Y eso que, deslizan desde el club, una de las virtudes de Acosta no es la de aplaudir todas las decisiones de sus superiores. Crítico e independiente, una de las virtudes que más se valora en el Leganés de su trabajo diario es precisamente decir lo que piensa aunque vaya en contra de lo que sugiere Indias. Ese sentido crítico mezclado con el apoyo constante al club y el propio director deportivo son dos de los valores que más se aprecian en él.
Apoyo para Indias
Con las negociaciones de venta del club y la reducción de protagonismo interno de Felipe Moreno Pavón, Indias se apoyó más y más en Acosta hasta ser pieza clave en el turbulento mercado estival, en el que su apoyo al director deportivo cuando llegaron mal dadas apuntaló más si cabe una relación de amistad que inició hace 32 años. Indias y Acosta coincidieron en las inferiores del Atlético de Madrid (Acosta incluso debutó con el primer equipo) para, después, separarse en carreras diferentes que, causalidades del fútbol, se volvieron a entremezclar en su tramo final.
Aunque ambos mantenían contacto frecuente, aumentó más cuando Indias se retiró en el Roquetas. En Almería coincidió que Acosta formaba parte de la secretaría técnica del Poli Ejido. En su forma de trabajar se inspiró Indias durante sus primeros pasos en su carrera en los despachos, momento en el que de nuevo se separaron sus trayectorias. Indias se lanzó al mundo de la dirección deportiva y Acosta retornó al verde como entrenador y director de escuelas de fútbol. Cuando el Leganés lo llamó a filas era el responsable de una en Alcalá de Henares, donde reside.
Ahora los dos comparten despachos en Butarque y la Instalación Deportiva y es frecuente verles juntos en partidos y entrenamientos. Durante los fines de semana se reparten también el seguimiento a potenciales fichajes. Tarea que lideran aún con tintes de la vieja escuela combinada con las nuevas tecnologías que los dueños norteamericanos del club están implantando al sur de la capital.