100 AÑOS DE MESTALLA (EPISODIO X Y ÚLTIMO)
Los tesoros de Mestalla
Mestalla cumple 100 años con rincones de templo y un habitáculo en sus entrañas donde miles de objetos patrimonio del Valencia y del estadio aguardan el día de la mudanza a una nueva casa.
Con este reportaje, AS cierra el serial de 10 episodios con motivo del centenario de Mestalla, que se han publicado cada día a las 16:00 horas, que es cuando el balón echó a rodar en Mestalla por primera vez el 20 de mayo de 1923.
EPISODIO 1 (El primer día de Mestalla) // EPISODIO 2 (El pueblo de Mestalla) // EPISODIO 3 (Mestalla, puerta a España de los dioses del fútbol) // EPISODIO 4 (Mestalla, la casa de la Selección) // EPISODIO 5 (Mi vecino es Mestalla) // EPISODIO 6 (El respeto de Mestalla) // EPISODIO 7 (Mestalla es nombre de mujer) // EPISODIO 8 (Botellón en Mestalla) // EPISODIO 9 (Alarmas en Mestalla) // EPISODIO 10 (Los tesoros de Mestalla)
Mestalla es centenario. El 20 de mayo de 1923, con un Valencia-Levante y gol de Montes, se inauguró el estadio mas longevo de Primera. Mestalla es la casa del Valencia, lo fue de Naranjito (Mundial’82) y Covi (Barcelona’92). En Mestalla se han jugado casi 3000 partidos, entre ellos 10 finales de Copa (donde más fuera de Madrid) y 32 de la Selección (solo le supera el Bernabéu). En Mestalla debutaron en España Pelé, Di Stéfano y Maradona. Mestalla ya no debería estar, porque tiene una orden de derribo y lleva 16 años esperando al camión de la mudanza. Pero ahí está, viendo pasar el tiempo.
Del Mestalla original solo queda el emplazamiento. Por debajo suyo pasa la Acequia de Mestalla, que es la que le da nombre. Su terreno de juego nunca se ha movido. Ahí han jugado desde Cubells hasta Gayà, pasando por Puchades, Claramunt, Kempes y Albelda. Fernando y Arias son los que más tardes lo han pisado, como José Benet es su socio número 1 y Vicenta Navarro, la socia desde más tiempo.
El estadio ha sufrido cinco reformas. La Tribuna, Anfiteatro y su cubierta es su parte más antigua. Mestalla pasó una Guerra Civil, donde aparcaron tanques y en su céspedse plantaron patatas; la Riada del 57 lo inundó y arrasó miles de sus sillas de enea. Allí falleció el gerente Vicente Peris y vivió 40 años el conserje Constantino. En Mestalla actuó Prince, Julio Iglesias y fue meta de la Vuelta a España. Ahora Mestalla está dejado a su suerte, como casa de pueblo que cae en herencia a hijos de ciudad.
Mestalla resiste por su leyenda, como la casa con globos del abuelo de la película de Disney. Ahí radica quizás hoy su encanto, en su vejez. En sus entrañas aún te encuentras publicidad pintada a brocha con tipografía de ‘Cuéntame’ de ‘Menaje del hogar Mas Masia’ e ‘Impermeables Dugan’ o sus puertas de acceso a las taquillas que son las que había cuando ese habitáculo eran calabozos.
Mestalla tiene un palco a estilo de Barraca del Palmar. Fue idea de Paco Roig, sin saber que en la escalera de caracol que lo comunica con el túnel se llevaría un puñetazo Penev. La cerámica es de Alzira y los aseos están señalados como los de un trinquet: Comú Dones y Homes. Allí tiene el Valencia la vitrina de títulos, su bandera y acta fundacional. El espacio central lo vigila un busto de Don Luis Casanova, hombre que tanto bien le hizo al club y que durante muchos años dio también nombre al estadio.
Debajo del palco VIP está la capilla, con una imagen de la Virgen de los Desamparados que donaron los vecinos y a la que tanto se le ha rezado esta temporada por la salvación del equipo. El padre Elías Llagaría tuvo la idea y en la capilla reza el capitán de turno antes de cada partido. Los reclinatorios son de la década de 1950, aunque el altar fue reformado en 2013, si bien, el original de madera está a buen recaudo en un habitáculo del estadio. A la salida de la capilla está el cartel de hasta aquí llegó la riada y pared con pared está el vestuario del Valencia, donde una silla de enea recuerda a un ser inmortal.: Bernardo Españeta.
Al otro lado del estadio, en las entrañas de la Grada de la Mar, donde uno mira desde abajo y ve como se superponen los pilares y la estructura de cemento de diferentes reformas, se haya un espacio mágico. Lo único moderno que tiene es la llave, de las de código de entrada con alarma integrada. No es para menos, porque lo que allí se esconde son tesoros, infinidad de objetos y archivos que son cada uno de ellos historia del Valencia y de Mestalla.
Félix Muñoz, director del estadio de Mestalla y coordinador de partidos, y Loles Ruiz, responsable del Departamento de Patrimonio Histórico de la Fundació VCF, abren a AS las puertas del almacén donde se guardan, restauran y archivan esos objetos que dan forma al patrimonio del club y del estadio, una colección de joyas que esperan con la paciencia del que se sabe que es eterno a que un día el Valencia tenga un nuevo Mestalla donde exponerlos en un museo digno de ellos.
Sillas de enera originales, almohadillas de Vifesa de las que se lanzaban a los árbitros, camillas de la cruz roja del año de Concha Velasco, bancos de fotógrafos y redactores de la época de Sincerator, una placa del primer partido que allí jugó España en 1925, volúmenes de archivos con información del día a día del club a lo largo de su centenaria historia, con las fichas de Waldo, los contratos de Wilkes o diapositivas de Bonhoff. Hay trofeos ganados en los años 20 del siglo pasado y regalos llegados del lejano oriente como una colección de geishas de cerámica. Y todos esos tesoros están ahí, viendo pasar el tiempo, como Mestalla. Cien años ha cumplido... y los que le quedan.
Agradecimientos para la elaboración del serial con motivo del Centenario de Mestalla: Departamento de Patrimonio Fundació VCF, Departamento de Comunicación Valencia CF, Universitat Politécnica de Valencia, Prensa Athletic Bilbao, Delegaciones de AS, Archivo AS, Paco Lloret, Alfonso Gil, Rafa Lahuerta, Juanvi Muñoz, Eduardo Solivares, Iñaki Martín Abridales, Jordi Goçalves, antiguos miembros de Gol Gran y cada uno de los testimonios recogidos en sus 10 capítulos.