Vuelve la Segunda Unidad
El italiano cuenta con la plantilla más profunda desde el doblete de Zidane. Ante la Juve metió 10 suplentes: Tchouameni, Camavinga, Ceballos, Rodrygo... rock and roll.
La imagen en el Rose Bowl fue llamativa. Diez futbolistas entrando desde el banquillo del Real Madrid, en bloque, todos jugadores de campo para actuar por delante de Courtois. Ancelotti escenificó en Los Ángeles la profundidad de la plantilla que maneja para defender la condición de campeones de Liga y Champions. Lucas Vázquez, Nacho, Rüdiger, Vallejo, Tchouameni, Camavinga, Ceballos, Asensio, Hazard y Rodrygo. Una Segunda Unidad que permitió mantener un ritmo con el que ahogar a la Vecchia Signora y tan potente como aquella que popularizó Zidane en su doblete de la 2016-17 donde partían desde el banquillo gente del calibre de James, Morata, Pepe, Asensio...
La amplitud del Madrid abarca ahora todas las líneas y posiciones. El club ha cerrado por la vía de los fichajes dos puntos por perfeccionar en la plantilla de los tres títulos del curso pasado. Uno de ellos era una demanda que venía de largo, el tener un pivote especialista en aportar el trabajo en sala de máquinas de Casemiro. A Kroos le repele la idea, Camavinga es por naturaleza un jugador sin ataduras tácticas y Valverde, un llegador nato. Para eso la entidad ha acometido con decisión la incorporación de Tchouameni, una contratación de las que el Madrid califica internamente como estratégicas. Era un futbolista que, o venía ahora o nunca porque el francés quería saltar como fuera a un grande y por eso, ese 80M€ más 20M€ le parece al club un precio asumible. Porque no se ha gastado en un suplente. Como en aquella Segunda Unidad ganadora, es un potencial titular que parte desde el banquillo. De momento.
Lo mismo pasa con la llegada de Rüdiger permite descansos a Militao y Alaba, que la temporada pasada sufrieron físicamente en el tramo final. El austriaco se perdió mitad y media de la eliminatoria contra el City por un problema muscular y apareció en Saint-Denis justo. Esa imagen de Carvajal como central heroico contra el Chelsea en cuartos de final (Militao estaba de baja por sanción) no tendría, ahora, que volver a repetirse. Rüdiger está ofreciendo una alternativa inesperada, además, con esa reconversión temporal al lateral izquierdo porque el perineo de Mendy le obligará a medir cuidadosamente los esfuerzos. Algo que le tocó a hacer a Vallejo contra la Juve, ser un tres de emergencia, y el maño lo solventó con un pase de gol a Asensio...
Una Segunda Unidad que permite un cambio de estilo. El Triángulo de las Bermudas, el término que acuñó Ancelotti en Los Ángeles para ese Casemiro-Kroos-Modric que hace “desaparecer la pelota”, o “el rock and roll” de los jóvenes Tchouameni, Camavinga y Ceballos. Con Fede Valverde como bisagra entre ambos modelos. También con Rodrygo como revolucionario desde el banquillo permitiendo el salto de un 4-4-2 al 4-3-3 y darle descansos a Vinicius en la banda izquierda, su favorita. “Es un lindo problema”, decía el propio uruguayo en el túnel del Rose Bowl. “Ellos (Casemiro, Modric y Kroos) han ganado y van a seguir ganando. Nosotros los jóvenes estamos peleando esas posiciones y eso es bueno para todos”. De momento, los veteranos parten con ventaja para la titularidad en Helsinki. Pero Carletto dejó una pista este sábado. “El Eintracht llegará con más minutos en las piernas...”. Una puerta abierta para la energía efervescente de esa Segunda Unidad.