Vilhena tiene vía libre para seguir en el Espanyol por la invasión rusa
El neerlandés, que jugó siempre desde su llegada, está habilitado por la FIFA para desligarse del Krasnodar hasta 2023. Se ahorrarían por ahora los 2,5 millones de su opción de compra.
¿Quiere echar raíces en el Espanyol? “Sí, por supuesto”, respondía Tonny Vilhena el día de su presentación con el club perico, un 20 de enero pasado que queda lejos porque le flanqueaban entonces José María Durán y Francisco Rufete, director general y deportivo ya rescindidos. Y porque poco se podían pensar ni el jugador ni el Epanyol ni prácticamente la sociedad que su continuidad en Barcelona podría obedecer en una parte importante, tristemente, a una guerra. El neerlandés, cedido por el Krasnodar hasta este inminente 30 de junio, tiene ahora vía libre para quedarse al menos otro año como agente libre.
Ha dictado ya sentencia la FIFA sobre los jugadores que tienen contrato en vigor con clubes rusos y ucranianos, que quedaron suspendidos ya en marzo como consecuencia de la invasión de Rusia en su país vecino, medida que vencía a final de esta temporada. El Consejo del máximo organismo mundial alarga la cautelar hasta el 30 de junio de 2023, lo que llevado a la práctica quiere decir que Vilhena puede suspender unilateralmente su vinculación para la próxima temporada con el Krasnodar, aun en el caso de que el club ruso no haya llegado previamente a un acuerdo con él. Desde las vacaciones en su Róterdam natal, donde pasa estos días, deberá decidir.
Han aguantado hábilmente el centrocampista y el Espanyol, que el pasado 25 de mayo anunciaba las salidas de los otros tres cedidos, Manu Morlanes, Yangel Herrera y Loren Morón, pero se guardó un asterisco para estudiar la situación de Vilhena. Oficialmente, para analizar si era conveniente ejecutar la opción de compra de 2,5 millones de euros que se había firmado previamente con el Krasnodar. En la práctica, para conocer la postura de la FIFA, que ahora beneficia sus intereses.
Participó en todos los partidos
Vilhena, que ya intentó recalar en el Espanyol el anterior verano y que tras su firma en enero llegó a afirmar que veía al equipo con capacidad para “estar entre los cinco primeros” (acabó decimocuarto), participó en todos y cada uno de los partidos del conjunto perico desde su aterrizaje, 17 jornadas de Liga, de los que fue titular en 13 ocasiones y terminó disputando el 61,17 por ciento de los minutos. Y con versatilidad, como interior, extremo y carrilero en defensa de cinco. Una polivalencia, que de confirmarse su continuidad, podrá exprimir Diego Martínez.