Valverde gana la apuesta... y algo más
Se fue de Rabat habiendo marcado tres goles en dos partidos, pero también con algo mucho más valioso que eso. Corría un rumor que hablaba de que su bajada de rendimiento se debía a un problema personal del que nada había trascendido. Y fue su pareja, Mina Bonino, la que arrojó luz al asunto con un tuit publicado tras el primer tanto de Fede. El bebé que ambos esperan, su segundo hijo, “está bien” contra todo pronóstico. Llevaban un mes pensando que perderían, viviendo un doloroso duelo. Ahora el Pajarito vuelve a volar alto sin ningún peso que le lastre. Su celebración, chupando el pulgar de una mano y lanzando el índice de la otra al cielo, dando gracias por lo sucedido, cobraba todo el sentido.
Hablar de cualquier otra circunstancia queda en un segundo plano. Pero sí, Valverde ha tardado menos de lo que se esperaba en poner a salvo el carnet de Ancelotti. El técnico había hecho una apuesta con él. Lo rompía si no marcaba 10 goles esta temporada. Ya lleva 11. Y los que le quedan, porque su despegue desde el final de la pasada campaña no deja lugar a dudas. No sólo es la bisagra de Ancelotti en el campo, es la del mismo Madrid entre una generación que ayer puso un broche de oro y la de los jóvenes que aprietan por detrás. Su sonrisa en el avión que trajo al equipo de vuelta brillaba mucho más que la del resto. No hay mil títulos que superen la alegría por la noticia familiar que recibió antes del partido. Felicidades.