Valdo, una vida de película y un “milagro”
El exjugador del Real Madrid, donde se formó, y de Osasuna, entre otros equipos, ha visto cómo su vida ha sido trasladada al cine.
Valmiro Lopes Rocha (42) no se saltó ningún peldaño de la escalera hacia el éxito. Desde lo más profundo escaló a lo más alto superando cada obstáculo que la ascensión le presentó. El joven extremo leonés llegó al Real Madrid en el primer año de juveniles y estuvo durante seis temporadas luciendo la camiseta blanca, llegando a formar parte de la plantilla que conquistó la Champions de 2002.
Sus padres llegaron desde Cabo Verde para trabajar en las minas de carbón de León. Él nació en Villaseca de Laciana, un pueblo de mil habitantes, pero no estuvo allí mucho tiempo. Cuando sus progenitores se separaron, él se marchó con su madre a Madrid. Más tarde, cuando ella se trasladó a Portugal, la familia decidió que el pequeño se quedase en la capital. Apenas tenía 5 años y no entendía nada de lo que estaba pasando. En el Centro Residencial de Menores Santa María del Parral encontró un nuevo hogar y en Sor Marina un ángel de la guarda que lo cuidó y protegió desde el principio como si fuera su propio hijo.
Muy futbolera y muy madridista, Sor Marina fundó el Parral CF para que los chicos jugasen y tuvieran un motivo para ilusionarse. Valdo descubrió pronto su don y su hada madrina hizo, durante muchos años, todo lo que estuvo en su mano y más para que él y el resto de los niños fueran felices. Sin ella nada habría sido igual.
Ninguno de los dos olvidará jamás el día en el que Valdo debutó con el primer equipo blanco. Lo hizo en el mismo partido que Paco Pavón y eso le incluyó en la lista de canteranos que convirtieron el slogan “Zidanes y Pavones” en un icono histórico. Fue un 6 de octubre de 2001, en el Bernabéu, frente al Athletic de Bilbao. “Faltaban varios jugadores importantes por distintos motivos y Del Bosque me convocó. Salí a mitad de encuentro sustituyendo a Geremi y no se me dio mal porque pude dar a Solari la asistencia del 2-0 final en un momento deportivo complicado para el equipo”. Aquel alivio para el club, cuando la crisis estaba llamando a la puerta, fue uno de los momentos de mayor felicidad en la vida de Sor Marina. Su niño del alma había debutado con el equipo de su corazón. El habilidoso atacante llegó incluso a jugar dos partidos en la octava Champions del Madrid que rubricó Zidane con su legendaria volea en Glasgow.
La vida de Valdo, nada común, inspiró la película “Llenos de gracia”, protagonizada por Carmen Machi. Sin embargo, él quiere matizar algo: “No todo lo que se cuenta es real. Yo no me sentí abandonado del todo. Aunque mi padre seguía trabajando en la mina, lo sentía cerca y nos veíamos cuando él podía venir a Madrid”.
De sus más de 250 partidos disputados en Primera, muchos fueron con Osasuna, donde permaneció durante más de cinco temporadas. Con los navarros disputó una final de Copa frente al Betis, unas semifinales de Europa League contra el Sevilla y se enfrentó en Champions al Hamburgo. Algún gol también le marcó a su Madrid. “Se me daba bien jugar contra ellos. Debí marcarles unos cinco goles cuando estuve en otros equipos. En 2004 Osasuna ganó 0-3 en el Bernabéu y yo marqué el primero. Casillas me decía que siempre le vacunaba”. Valdo, que logró ser internacional Sub-21, también militó en Espanyol, Levante y Málaga en la liga española.
Ambos son los clubs de su vida, pero el blanco aún se impone al rojillo y hoy no tendrá dudas. “Por encima de todo soy madridista, igual que mis hijos. Y después, de Osasuna, al que tengo un enorme cariño”, confiesa el exjugador, que vive entre Madrid y Pamplona y trabaja para AFE.
Sor Marina, con 94 años, vive ahora en Salamanca. Las tinieblas del ocaso empiezan a nublar su mente pero en los días de lucidez aún habla con Valdo y recuerdan el “milagro” de aquel pequeño que se quedó solo en la gran ciudad con 5 años y logró cumplir dos sueños a la vez.
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