ATHLETIC- REAL MADRID I ENTREVISTA AS
Urzaiz: “Ancelotti se encargará del relevo generacional”
El mítico delantero del Athletic (96-07) se formó en las categorías inferiores del Real Madrid, de ahí que vea con otros ojos el partido del domingo. Tras probar como técnico, el navarro, que aún ostenta el récord de goles de cabeza en Primera, es ahora embajador de LaLiga y agente.
Ismael Urzaiz (Tudela, Navarra, 1971) sigue siendo inspiración. Algunos de sus goles continúan en nuestra memoria gracias a las réplicas de delanteros actuales como Haaland. Él creció al lado de grandes como Hugo Sánchez y hoy le divierten Borja Iglesias, Lewandowski y Benzema. Este último será una de las grandes bazas de los blancos para sacudirse del todo la crisis en San Mamés. Ese estadio que hizo de Urzaiz un icono.
—¿Cómo ve el Athletic-Real Madrid de mañana?
—Va a ser un partido disputadísimo. Ambos vienen de una semana de Copa y eso puede influir en la intensidad con la que salgan.
—¿Ha cerrado el Madrid su crisis con la remontada copera?
—El Barça fue el justo ganador de la Supercopa, pero en los equipos grandes, cuando se pierde una final, sea la que sea, se genera un runrún negativo. El Madrid siempre sale a flote y está acostumbrado a estas situaciones.
—¿Era exagerado hablar de fin de ciclo?
—Llevamos 3 o 4 años diciendo que la columna vertebral, sobre todo el mediocampo, está amortizada y ha vuelto a ganar la Champions. No se puede hablar del final de estos jugadores. Se fue Casemiro, que era importantísimo, pero han llegado futbolistas jóvenes, también internacionales. Tendrán que encontrar el recambio a Modric y Kroos en un espacio de tiempo relativo, que no quiere decir breve, porque es ley de vida.
—Ancelotti ha estado en el ojo del huracán estos días...
—Es un técnico con una solera tremenda. A mí me da que será él quien se encargue del relevo generacional del equipo con el club.
—Al otro técnico, Valverde, le conoce bien... ¡Le llegó a entrenar!
—Es un tipo que allá donde está genera paz, consenso… El objetivo este año es ir a Europa y la exigencia es muy alta, pero Ernesto sabe de esto. Tiene el culo pelao (risas). El Athletic está en buenas manos.
—¿Puede ser, por fin, el año de la Copa?
—El Athletic se ha acercado mucho a este título en los últimos tiempos. Es sintomático.
—¿Qué jugadores del Madrid le llaman la atención?
—Benzema y Courtois pueden marcar la diferencia. Parecía que Vinicius no estaba atravesando por su mejor momento ahora, pero también es determinante. Además, Fede Valverde está llamado a ocupar el olimpo del fútbol en los próximos años.
—¿Y del Athletic?
—Me gusta Sancet, que cuando recibe le da continuidad al juego y crea peligro. El desborde de Nico Williams es tremendo. Todo el mundo habla de él y eso que aún está en fase de ser más sólido, pero sus picos son brutales. También han salido jóvenes como Vivian, Oier Zarraga…
—¿Puede presumir nuestra Liga de tener a los mejores delanteros del mundo?
—Aquí siempre han jugado delanteros buenísimos. Tenemos a Benzema y Lewandowski, con unos registros estratosféricos y una calidad contrastada. Y en todos los equipos hay más de un futbolista de nivel arriba. Ahí está Aspas, que siempre destaca. O Morata, al que le está costando más tener regularidad en cuanto a goles...
—Usted ha sido firme defensor de Morata en la Selección.
—No en este último campeonato, sino en el anterior. En el Mundial no ha hecho falta que le defendiese porque no le han criticado tanto (risas). Cuando vi que era injusto, alcé la voz. Es un delantero que tiene muchísimas cosas. Ha estado en varios equipos de nivel, le han pretendido otros… Sólo a alguien de un potencial tremendo le quieren los grandes.
—¿A quién ve de futuro nueve de España? Borja Iglesias, Joselu, RdT…
—¡Borja Iglesias! Es fuerte, combina registros, puede jugar al espacio, puede ser referencial también… A mí me gusta.
—¿Cuál es el mejor delantero que ha visto?
—Marco van Basten. Yo era juvenil del Madrid y veía esos duelos de finales de los 80... Aquello era un espectáculo. ¡Era un nueve total! ¡Perfecto! Manejaba todos los registros. También me gustaba Ruud Gullit, pero no era nueve.
—Güiza, con 42 años, ha fichado por el Rota. Hay delanteros como Negredo, Falcao, Raúl García, Stuani, Cavani… que siguen pletóricos con 35 o más.
—Ha habido muchos cambios en cuanto a la alimentación, los entrenamientos... Luego está el factor suerte y que hay una mejor cura de las lesiones. Es la evolución lógica. El caso de Güiza me parece un ejemplo de amor al fútbol. No está jugando en alto nivel, pero mantiene ese gusanillo por la competición. Es muy loable porque hay que hacer muchos sacrificios.
—Dice “amor al fútbol” y uno piensa también en Lucas Pérez y el Depor.
—Ha tomado esa determinación con libertad. Tenía la espinita clavada de volver al Depor y me parece algo muy a valorar. Además, ha empezado con buen pie. Está enchufado. Lo va a dar todo para conseguir el ascenso. Renunciar a jugar en Primera… Es muy loable también.
—¿Cuál es el gol más especial de su carrera?
—Igual me acuerdo más del que me faltó, que le pudo dar algún título al Athletic, después de haber estado once años... Pero de elegir, tengo un gran recuerdo de un gol al Recre, en Primera, que casi rematé de espuela en el aire. Ya tenía 35 años y lo sentí como un reflejo de mi carrera.
—¡Haaland le copió y metió uno parecido al Dortmund!
—(Risas) Cuando hay uno así hablan más del de Cruyff, que era una gran figura. Haaland mete goles muy acrobáticos. Tiene la capacidad para atacar las áreas incluso saltando.
—Muchos de sus compañeros son ahora entrenadores… ¿Se les veían mimbres en el campo?
—Hay jugadores que sí, que ven más allá y piensan en lo táctico. El máximo exponente es Pep Guardiola. Durante los años de la Selección, era un entrenador en el campo. Luego hay otros compañeros que te sorprenden. Yo tengo el título de entrenador y dirigí dos años al CD Getxo, tanto a los juveniles como al primer equipo y ascendimos. Tengo buen recuerdo de esa pequeña etapa en los banquillos, hasta que decidí que no iba a seguir por ahí. Ahora soy agente de futbolistas. Sigo en el mundillo. Hice aquel curso de técnico con Imanol Alguacil y se le veía madera de líder. Le está dando a la Real unos años maravillosos. Luego también hay que tener suerte con los resultados.
—¿Y ve a Andoni Iraola entrenando al Athletic?
—Estoy seguro de que lo hará y más pronto que tarde. Se ha criado allí, conoce el club y el entorno… Andoni siempre ha sido tranquilo. Un líder silencioso. Año tras año está demostrando que da el nivel para cotas mayores. En el Rayo está dejando un sello propio.
—¿Usted es más de tiqui-taca o de fútbol directo?
—Soy más de grises que de blanco o negro. Me gusta ser protagonista y el fútbol de posesión, pero vertical para hacer daño al rival y generar situaciones. Prefiero salir a buscar al contrario, aunque si ellos tienen dos extremos velocísimos puedo elegir no ser tan atrevido para facilitarles las cosas. Es como el ajedrez...
—Hablando de estilos, ¿qué le parecía Luis Enrique?
—Tengo un gran concepto de él como persona y como profesional. Sus logros están ahí. Ha ganado Champions, Ligas… Con la Selección ha tenido un papel destacado. Le ha faltado el colofón de un título, pero siempre fue fiel a su estilo. Nos conocimos en el Madrid, hicimos una pretemporada juntos y siempre me ha parecido humilde, cercano… Mi hijo seguía su Twitch y se ha mostrado como es: una gran persona.
—Ha coincidido con varios seleccionadores, algunos en equipos y otros en La Roja…
—A Camacho le estoy muy agradecido porque me reclutó para el Espanyol cuando yo andaba vagando en Segunda, sin acabar de romper. Esa temporada fue maravillosa y oposité a ser un referente en Primera. También me llevó a la Selección. Había debutado con Clemente, pero no tuve mucho recorrido con él. Tengo un grato recuerdo de Luis Aragonés. El fútbol español le debe mucho porque llevó a la Selección, contra viento y marea, a lo más alto. A Del Bosque lo conocí de niño en el Madrid, era de la casa. A mí me ha educado. Le tengo cariño y respeto. Me alegré de que se convirtiera en un referente.
—Porque sus primeros pasos los dio en el Madrid…
—Sí. Salí de mi pueblo, de Tudela, con 15 años y me formé en la cantera blanca. Que siendo un chaval te llame el Madrid es importante y hay que asimilarlo. Entré con buen pie. A los pocos meses me llevaban a la Selección, el mismo club me promocionó… pero igual quería ir a una velocidad endiablada y las cosas se torcieron. Me costó más. Ya en el Castilla tuve un parón a nivel psicológico. La salud mental es muy importante. Eran otros tiempos. Me costó consolidarme en el fútbol profesional. Había que tener fe en uno mismo porque al final las cosas salieron. El Athletic es el club donde más tiempo estuve y con el que me identifiqué.
—Ahora se gestiona más y mejor eso porque siendo un crío se tiene que lidiar con la presión, la frustración…
—Esto es bueno hablarlo. Muchos chicos llegan a un sitio donde las expectativas son muy altas y ahora es más fácil tener las herramientas y ayuda psicológica. En los 80 eso no existía. En el Madrid había gente súper válida como Miguel Malbo, Luis Molowny, Del Bosque… pero no pueden llegar a todo. Así fue en mi caso. Igual duró más de lo que hubiera tenido que ser, pero quizá sin aquello no hubiera sido yo. Somos el resultado de nuestras experiencias. Ahora soy embajador de LaLiga y aconsejo a todos los clubes que ayuden a los chavales. Hay que estar pendientes de la parte humana, de que ellos sólo se tengan que preocupar de estudiar (porque la mayoría no va a llegar) y de disfrutar de esos años.
—Hábleme de Hugo Sánchez y su reencuentro en Vallecas.
—Su llegada fue importante para el Rayo porque había sido una referencia en el Madrid. Hugo cumplió, marcó muchos goles (16), aunque descendimos en un playoff contra el Compostela. De Hugo Sánchez aprendí a rematar de primeras. Me fijaba. Era el que mejor ha rematado de primeras con la cabeza, el pie… de toda la Liga española. Un año todos los goles que metió fueron al primer toque. Y eso dice mucho...
—¿Qué ha significado el Athletic para Urzaiz? ¿Sigue yendo a San Mamés?
—Si algo tiene el Athletic es que sabe reconocerte. Es un club grande en todos los aspectos y es un honor haber jugado tantos años allí. Lo disfruté. Me llenó. También hay presión, pero el día a día es distinto. Su filosofía te acerca más. Todos tenemos una misma cultura y eso une. Nosotros comíamos o cenábamos muchos días juntos. Íbamos ocho o diez compañeros. Éramos una familia.
—El fútbol es cosa de familia... ¡Su hijo Unax promete!
—Es su pasión. Juega en el Athletic. Es pequeño todavía, tiene 15 años. Él ahora está disfrutando, el día de mañana ya veremos. Ha sufrido una pequeña lesión en la espalda y ha tenido que parar.