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SUPERCOPA | REAL MADRID

“Todos quieren ser Benzema”

La escuela de la Fundación Real Madrid en Riad enseña fútbol y valores a entre 200 y 300 niños y niñas al trimestre. Elvir, técnico jefe, pasó por la Guerra de los Balcanes y jugó contra Modric.

Riad (Arabia Saudí)Actualizado a
Foto de familia de la escuela de la Fundación Real Madrid en Riad.
JAVIER GANDULDIARIO AS

Dentro de los muchos proyectos de la Fundación Real Madrid alrededor del mundo se sitúa la escuela socio-deportiva de Riad, en colaboración con Riyadh Schools, en el que entre 200 y 300 niños y niñas de entre 8 y 18 años acuden a jugar al fútbol y otros deportes para, a través de dichas actividades, cultivar valores y favorecer la inserción social. “El propósito es utilizar el impacto social como herramienta, no como un fin”, comenta Iñigo Arenillas, responsable de la Fundación para Oriente Próximo y África, donde los proyectos están presentes en 25 países, con casi 50 escuelas y más de 7.000 beneficiarios. El de Riad arrancó en 2012 y está en su décimo aniversario, con actividades como natación, boxeo, esgrima, baloncesto (que se implantará en este 2023) y, por supuesto, fútbol. Hassan Joseph, mánager del programa, reconoce que la marca Real Madrid en un enorme atractivo para la escuela: “Vienen llamados por el Madrid, los jugadores gustan mucho. Sobre todo Benzema”.

En efecto, el francés fue el más reclamado en el primer entrenamiento del equipo en Riad, al que asistieron varios niños y niñas de la escuela, así como a la semifinal; también estarán en la final. Y la fascinación por el francés no acaba ahí, como nos cuenta Elvir, entrenador jefe: “No encontramos porteros, todos los chicos quieren jugar arriba, como delanteros. Y bajar al medio a recibir, tocar mucho el balón... Todos quieren ser Benzema”. La escuela respira un aroma internacional: además de Elvir, bosnio, los otros dos técnicos masculinos que reciben a AS son uno egipcio y otro danés. Y entre los niños, mucha diversidad: sirios, argentinos, libaneses, americanos...

La escuela de la Fundación Real Madrid en Riad.
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La escuela de la Fundación Real Madrid en Riad.JAVIER GANDULDIARIO AS

El único requisito, directriz que la Fundación aplica a todas sus escuelas en todo el mundo, es un progreso exitoso en los estudios. Pese a los progresos del país en los últimos años, algunos anacronismos se mantienen perennes: las chicas, entrenadas también por mujeres, juegan por separado. Elvir desearía mezclarlos, pero es pragmático: “Es la cultura aquí y tenemos que respetarla”. Y entre los muchos valores que se intentan inculcar a los beneficiarios, uno en especial: sostenibilidad, respeto por el medio ambiente. Los equipos participan en la Eco-Friendly Premier League y el lema de la escuela es: “Hala Madrid, hala sostenibilidad”.

Elvir, el técnico jefe que jugó contra Modric

Elvir es el jefe del cuerpo de entrenadores de fútbol de la escuela socio-deportiva del Real Madrid en Riad. Lidera a un equipo que cuenta con ocho técnicos, cinco hombres y tres mujeres. Nacido en Bosnia y acérrimo seguidor del Real Madrid, da la receta para que los blancos se hagan con la Supercopa: “Hay mucho talento, pero el equipo tiene que estar más junto en defensa”. Coincide con Ancelotti en ese aspecto. Elvir hizo acopio de sus conocimientos durante su carrera como centrocampista ofensivo en el NK Bosna Visoko de su país. “A mí lo que me gustaba era mirar el fútbol hacia adelante, construir, ir al ataque”, comenta.

Elvir, entrenador jefe de la escuela.
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Elvir, entrenador jefe de la escuela. JAVIER GANDULDIARIO AS

Como Toni Kroos, por el que siente veneración. Y como Luka Modric, con el que comparte historia: jugó ante el croata durante el año que el de Zadar pasó cedido en el Zrinjski Mostar bosnio (2004-05). “Perdimos, creo que 3-1. Yo estaba enfadado por perder, no me fijé demasiado, pero al acabar el partido el entrenador me dijo: “Ese es el bueno”. Y él sólo tenía 19 años”. Elvir se recompuso como futbolistas tras vivir lo peor de la condición humana: la Guerra de los Balcanes. Con 17 años, tuvo que pasar tres años y medio combatiendo en el conflicto que asoló el sudeste de Europa. “Perdí amigos, pero las nuevas generaciones ya quieren vivir en paz con nuestros países vecinos”.