Todo a Brasil y Francia
El Madrid tiene clara su política de fichajes, hacerse con talento joven para cimentar el futuro. Las minas más prolíficas las tiene localizadas. 359 M€ invertidos en futbolistas de ambos países desde 2018.
Cuando el Real Madrid acude al mercado, apuesta (casi) todo a Brasil y a Francia. Y suele ganar a la banca. Dos países donde históricamente (Ronaldo, Roberto Carlos, Zidane, Benzema...) el club blanco ha pescado talento, una dinámica potenciada en los últimos años. Dos de las mayores minas de diamantes del planeta fútbol que han ganado foco madridista desde 2018. En Chamartín han sentado las bases de su política de fichajes en la incorporación de futbolistas jóvenes, condimentado con el aterrizaje de algún jugador más experimentado que el mercado ponga a tiro (Alaba y Rüdiger). El primer grupo lo han superpoblado brasileños y franceses, en quienes ha invertido el Madrid 359 de los 661,25 millones de euros que ha desembolsado desde la 2018-19. Un 53,3 % del total.
Ocho futbolistas, de los cuales uno viene de camino. Endrick (16 años) es el último en engordar la lista. El ‘9′ del futuro que ha triturado récords en Palmeiras y con las inferiores de Brasil, se sumará a la causa blanca en 2024, cuando cumpla la mayoría de edad (21 de julio). 35 millones de euros (más 25 en variables) en un futbolistas que ha elegido la oferta madridista por encima de las de PSG o Barça. El ecosistema propicio que ha creado el Madrid para con sus compatriotas ha sido clave a la hora de decantar la balanza. Con Vinicius (22 años), con quien comparte agencia de representación y amistad, como precursor.
El extremo de São Gonçalo transitó el puente aéreo Brasil-Madrid en 2018, aunque el fichaje se cerró por 45 M€ en 2017. Caso similar a Endrick... y a Rodrygo (21). El Rayo hizo lo propio un año después que Vini, aunque su operación se cerró en cinco millones menos (40 M€). El éxito del ‘21′ y el ‘20′ es indiscutible. Futbolistas diferentes. Más vertical, explosivo y driblador Vinicius. Más cerebral, rematador y técnico Rodrygo. Pero vértebras innegociables del Real Madrid del futuro y del presente. Pichichi blanco este curso (10 goles y 5 asistencias), Vinicius amenaza sus números del pasado, el de su explosión (22 tantos, 16 asistencias y 4 penaltis forzados). En lucha perenne por enterrar el rol de jugador número 12, Rodrygo ha aprovechado las bajas de Benzema para consolidarse como ‘9′ de guardia y ya lleva 7 goles y 5 asistencias.
La excepción a la norma y el único lunar de la política completan el repóquer brasileño: Militao (24) y Reinier (20). Tras despuntar en el Oporto, el Madrid convirtió a Militao en el defensa más caro de la historia del club. Los 50 M€, provenir de los Dragones y su físico desbordante retrotraía a Pepe. Sus comienzos fueron titubeantes, pero ahora nadie le discute, viene, como Rodrygo y Vinicius, de su primer Mundial y es el líder de Ancelotti en defensa. Mientras que Reinier no consigue despegar. Es joven y tras dos años a préstamo en el Dortmund sin apenas salir del banquillo (741 minutos en total), la cesión al Girona parecía el bálsamo necesario, pero se ha topado con un muro de realidad, y problemas físicos, que no le están dejando justificar los 30 M€ que el Madrid ingresó en las arcas del Flamengo en enero de 2020. 200 millones de euros invertidos en Brasil desde 2018 con mucha más arena que cal.
La otra mina de talento
Y en Francia, otra mina de talento a la que el Madrid no quita ojo. Primero fue Ferland Mendy (27) en 2019, después Camavinga (20), sobre la bocina del mercado estival de 2021, y un año después le llegaría el turno a Tchouameni (22). Un defensa que logró ocupar el lugar como lateral izquierdo que tantos años fue de Marcelo y dos centrocampistas en los que, junto al anhelado Bellingham, debería sustentarse la sala de máquinas blanca en los años venideros. El caso de Mendy es especial. Cuenta con galones de titular y su robustez defensiva le hacen en pieza importante para Ancelotti. No obstante, de cara a 2024 ya se mira hacia Alphonso Davies, como informó AS, ante las dudas que traslada el ex del Lyon, por quien se pagaron 48 M€, ofensivamente y el verano pasado, si hubiera llegado alguna oferta interesante, hubiera sido escuchada. Eso sí, sea como fuere, desde que arrebató a Marcelo el rol de ‘3′ titular, sólo las lesiones, y puntualmente Alaba, le han puesto la zancadilla.
Su explosión en el Rennes fue sonora y ello colocó a Camavinga en los mayores radares del mundo. El suflé se bajó un poco, pero su potencial infinito apretó el gatillo. 31 millones de euros por un futbolista que, con su ímpetu y derroche físico fue clave en las remontadas (PSG, Chelsea y City) rumbo a la 14. Mientras que el despliegue de Aurélien en el Mónaco, donde se convirtió en el mayor ladrón de balones del Big-5 y en titular con Francia, instó al Madrid a pagar 80 M€ por el de Ruán. La idea era aprender de Casemiro, pero el maestro partió a Mánchester y el alumno ha asumido galones con naturalidad. También con Les Bleus, omnipresente en un Mundial donde también ha participado Cama. Dos jugadores cuyo valor no para de crecer. Según Transfermarkt, Tchouameni ya es top-10 mundial con una tasación de 90 M€ y Camavinga es, con 50 M€, cuarto de la generación 2002 (tras Pedri, Gvardiol y Nuno Mendes).
Sello Calafat
Fichajes todos ellos, brasileños y franceses, curiosamente, con un hombre como nexo de unión: Juni Calafat. El director de Fútbol Internacional del Real Madrid ha intercedido, de una manera u otra, en todas y cada una de las siete incorporaciones. Fue clave para acelerar en el fichaje de Endrick, al igual que en los aterrizajes de Vinicius, Rodrygo y Reinier, todos recomendaciones del brasileño. Militao también lleva su sello, pues le recomendó antes de que el Oporto entrase en juego. Mientras que en los movimientos por Camavinga y Tchouameni también fue pieza indispensable para que las negociaciones llegasen a buen puerto. El Madrid va con todo a Brasil y Francia y tiene en Juni Calafat al mejor de los aliados.